Diario de León
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Hace unos días escuchaba yo la radio (el transistor al que me pego habitualmente) y se estaba debatiendo sobre «la Telemedicina del sueño». Me llamó la atención y se la preste, el tema iba de la telemática aplicada a los trastornos del sueño tipo: Insomnio, SAOS (Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño); trastorno de sueño tras un ictus; por falta de descanso; piernas inquietas o similares. El insomnio es el trastorno más frecuente del sueño que dificulta quedarse y/o mantenerse dormido o que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormir. Un tormento para quien lo sufre.

De inmediato me di cuenta de cuál era el propósito de dicho debate, con más ánimo propagandístico y de negocio que de otra cosa. No dudo que puede ser útil y lo será aunque no todos tendrán ni tienen opción de acceso a este sistema. De entrada al preguntarle al interlocutor si «el producto» era gratuito, se contestó que por supuesto la «primera» consulta era gratis (comienza la captación del paciente), a partir de ahí, es «de pago». Siguiendo el debate llegamos a la «segunda» consulta que era «ya» médico-paciente, telemática claro. No hay por tanto relación personal médico-paciente como lo ha sido siempre o al menos como en mi opinión debe serlo. En esta segunda consulta se llegaría a un diagnóstico supongo que con las pruebas complementarias correspondientes y con los correspondientes pagos del paciente. A partir de ahí se abre un periodo de Rehabilitación del sueño, con la llamada Terapia Cognitiva Conductiva (TCC), desde luego siempre preferible a la ingesta de tranquilizantes, somníferos o similares. Después vendría una «tercera» fase en la que tendríamos que acudir, también telemáticamente a un «psicólogo del sueño», un psicólogo «virtual» al que, como mucho oiremos o incluso veremos en una pantalla. Como verán un plan integral de tratamiento de los trastornos del sueño ideal, fantástico, siempre que fuera real. Les comento (por experiencia) que si conseguimos (en consulta) que el paciente nos revele sus verdaderas cuitas y llegamos a las causas determinantes de este trastorno es cuando podemos situarnos para intentar ganar la batalla al insomnio. En nuestro país no existe ni este plan que yo escuchaba por la radio, ni ningún otro, sencillamente no tenemos asistencia psicológica que pueda «atender» estos problemas de salud, ni de otros relacionados.

Hay psicólogos, lo admito pero la verdad nos dice que en proporción 6/100.000 h. y la media europea es de 18/100.000, es decir precisamos multiplicar por tres los recursos que tenemos y luego habilitarlos para la tarea propuesta. Necesitamos unos 7.500 psicólogos clínicos más de los que tenemos y después, llegar a un plan ideal en el que el psicólogo y el paciente tuvieran los medios adecuados para el diagnóstico y tratamiento del insomnio a todos los niveles. De momento una utopía.

Pero vayamos al tema de la telemedicina aplicada al sueño. La telemedicina es la distribución de los servicios de salud a distancia, en la que se tratan y previenen enfermedades sin necesidad de que el paciente se desplace a consulta utilizando lo último en telecomunicaciones y optimizando los recursos de los centros médicos. Solo es una definición, esta telemedicina del insomnio sepamos de entrada que no llega a todos por falta de medios de los mas alejados, de los problemas de conexión…, pero sobre todo porque nuestra SS no la contempla, así.

Ya saben y lo he dicho y escrito que no estoy para nada de acuerdo con la telemática aplicada a la medicina, salvo en algunas especialidades y casos en los que no es precisa la relación directa entre el médico y el paciente. En todos y cada uno de los actos médicos es necesaria la relación presencial médico-paciente. Lo demás es burocracia. Más o menos, más menos que más sabemos y hemos comprobado que desde hace unos años nos están «sustituyendo» por dispositivos móviles o similares en la más básica de la atención médica como es la Atención Primaria (AP). ¿Cómo, con esta gran deficiencia en nuestro país va a ser posible una Telemedicina del sueño?, como acceder a ella? y como quitarnos la «mala leche» que nos va a entrar cuando veamos que es un tremendo negocio de algunos médicos de lujo, no al alcance de todos?

Los trastornos del sueño más frecuentes: insomnio, SAOS, roncopatía, síndrome de piernas inquietas… me parecería ideal que fueran tratados con la TCC en vez de acudir a pastillas para dormir, pero no disponemos de los profesionales de TCC adecuados para abordar estos problemas. No es así, se requiere un esfuerzo económico que a corto plazo no sería rentable y que solo lo seria a medio y largo plazo, lo cual no parece que esté en la mente de nuestros gobernantes. En nuestro país estos problemas del sueño los tenemos apartados a un lado y echados en manos de la AP donde el acto médico «no puede ser profundo» por la excesiva carga de trabajo del médico de AP, que bastante hace con poner en circulación a estos pacientes, la mayoría de las veces en dirección a la «privada» y porque la formación recibida durante la carrera no es la adecuada para tratar estos trastornos. Así y durante muchos años los médicos de AP comenzamos a tratar el insomnio y sus variedades muy a la ligera con hipnóticos, tranquilizantes y similares a «mansalva». Como de antemano sabemos los retrasos en consulta con Psiquiatría son largos y que los mismos con los psicólogos son mayores, por lo que caemos en lo fácil, echamos mano de las pastillas, de los somníferos. Así, de esta misma forma pusimos en marcha con mucha alegría «la pastilla de la felicidad», el Prozac (ya muy superada) que todo el mundo conoce. Sin apercibir que estábamos creando un «gigante» al que ya nos estamos enfrentando. Hay otro aspecto del insomnio y es el coste de la factura que asciende a 200.000 millones/ año: por accidentes, bajas laborales, coste médico y coste de la medicación. Difícil cambiar este estatus si la acometida de la salud mental y el insomnio no vienen determinados desde las altas esferas de la Sanidad y entiendo que desde estas esferas son muchas las parcelas que tienen «mal orientadas» a las que se deja seguir «su evolución» porque de todas formas parece que todo marcha, aunque sea de «esa forma». La Salud Mental en España nunca se ha tenido como problema inminente y sin duda es uno de los mayores; el insomnio no lo es menos; como tampoco lo es la soledad que por la causa que sea sin duda va a ser en no mucho tiempo una necesidad de las sociedades que nos creemos más civilizadas. Opino que la Sanidad tiene que cambiar la orientación de las enseñanzas en Medicina y tener entre otras como asignatura fundamental la Salud Mental y dentro de ella patologías como el insomnio, la soledad, etc.

¿Tratamientos? ¿Cambios de rutina?, difíciles de hacer o de poder hacer. ¿Establecer límites para el sueño? no siempre es posible. ¿Cambio en los estilos de vida? suponen grandes sacrificios de otro tipo difíciles de superar. ¿Aprender técnicas de relajación? si no es ayudado por fisioterapeutas son imposibles o casi. Mejorar el lugar y decoración del área en que duermes? poca eficacia puede dar y solo cuando se puede. ¿Cuidar la ingesta de cafeína y alcohol? ¿Desconectarse de dispositivos electrónicos? ufff… son consejos que dan poco de sí. Pocas soluciones tenemos a día de hoy salvo, «la pastilla».

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