Diario de León

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Han sido unas cuantas —no las hemos contado— las ocasiones en las que ‘maniquí Sánchez’ ha dicho que formará un ‘Gobierno progresista’. Lo ha repetido de tal manera, que para creérselo él mismo necesitaba reiterarlo, más para autoconvencerse —ante la inseguridad de que sus manifestaciones no se cumplieran— que para que la oposición se enterase. Ahora muchos españoles se preguntan ‘qué es un Gobierno progresista’; pués, después de la experiencia del ‘Gobierno Frankestein 1’, si el próximo es un ‘Gobierno Frankenstein 2’ con el sumando del ultranazi Puchi, ‘Pedro maniquí’ debería hablar más bien de un ‘Gobierno golpista, populista, felonista, secesionista, filoterrorista, rupturista y regresista’. «Una cosa es ser progresista y otra imbécil» (F. Savater).

¿‘Gobierno progresista’? Dice Francisco Marhuenda que cada vez que Sánchez habla de un ‘Gobierno progresista’ le entra la risa, mientras que para Román Cendoya el llamado ‘Gobierno progresista’ es «cesión, claudicación, sumisión y humillación»; no obstante, el ‘Gobierno progresista’ es la moderna denominación dada al golpe de estado que se pretende perpetrar —amnistía mediante— y con el que se necesita borrar otro golpe de estado, lo que fue el 1-O, y no una broma, como apunta Enric Juliana.

¿‘Gobierno progresista’? Será porque Pedro Sánchez progresa adecuadamente en la perpetración de un golpe de estado al estilo bolivariano. «En Venezuela, durante 14 años, Hugo Chávez fue tomando el control de todos los resortes del poder y de todas las instituciones. En España estamos viviendo una situación similar con el progresivo control de las instituciones legales y políticas… Pero a diferencia de Chávez, Sánchez ha perpetrado este asalto en sólo cinco años… La deriva de nuestro país es cada vez más evidente y cada vez va a ser más difícil frenarla. Nunca olviden la cara de desprecio que pone Sánchez cuando alguien le lleva la contraria. Él está en posesión de la verdad. Como lo estaba Hugo Chávez o lo está Nicolás Maduro» (R. Pérez-Maura).

¿‘Gobierno progresista’? Huele más a gobierno felonista «Lo que Pedro Sánchez pretende puede ser calificado con toda propiedad como traición. ¿Cómo llamar sino a la alianza con los enemigos declarados y contumaces de la Nación, de su existencia, de su cohesión, de su viabilidad como proyecto colectivo y de la igualdad en derechos y en deberes de sus ciudadanos? Un sujeto inmoral, mentiroso, ególatra hasta niveles psiquiátricos, está dispuesto a triturar la separación de poderes y a poner a su país, el que ha prometido defender y preservar, en almoneda para satisfacer su ansia concupiscente de poder. Un desaprensivo, desprovisto de cualquier asomo de decencia, maquína y trama, en una oscuridad taimada a la que denomina discreción, la destrucción del orden constitucional que está obligado a respetar y hacer cumplir… Sánchez está tensando la cuerda hasta límites suicidas… El todavía inquilino de La Moncloa está abriendo, poseído por una insania irrefrenable, una caja de Pandora de la que pueden emerger huracanes de efectos devastadores. El que juega con fuego pone en serio peligro a los demás y suele acabar abrasado» (A. Vidal-Quadras).

¿‘Gobierno progresista’? Un Gobierno dispuesto a romper la unidad de España y que dicta el ‘antes Puigdemont que la Constitución’ es un Gobierno secesionista. «Ante el silencio de Sánchez y del Gobierno en el Senado, Pere Aragonès fue muy claro: amnistía, referéndum de independencia, condonación de la deuda, diálogo bilateral… Todo esto se está fraguando con un absoluto oscurantismo. Ya está bien» (A. Silván).

¿‘Gobierno progresista’? Despiadadamente Gobierno filoterrorista. Para llorar. ‘Antes ETA que la derecha’, berrean los sanchistas. Por eso, «al final hubo foto… El posado más atroz: Sánchez con Aizpurua, la portavoz parlamentaria de los cofrades de ETA, condenada por apología del terrorismo… Un cruce infernal de manos y sonrisas… Doce militantes socialistas asesinados por ETA. Doce infamias grabadas en la conciencia de Sánchez y de su actual rebaño del progreso… No condenan el terrorismo, ni colaboran en la solución de sus crímenes, ni piden perdón a las víctimas, ni siquiera desvelan donde tienen aún escondidas las armas… Dentro de nada, serán los etarras los héroes de la transición… El caudillo del progreso está dispuesto a todo, incluso a pasar por encima de la memoria de quienes no deben ser olvidados» (J.A. Vara).

¿‘Gobierno progresista’? No. Gobierno rupturista y anticonstitucionalista. En ese totum revolutum -coalición progresista para alguno-, aunque coincidan en su ruptura con la Transición y en derogar el actual marco constitucional, no hay mayoría de izquierdas. Por mucho que se repita, Junts y PNV no son de izquierdas. Son formaciones políticas conservadoras en lo social y liberales en lo económico. Lo que realmente existe es un acuerdo «cuyo único pegamento consiste en bloquear un gobierno del ganador de los comicios, el PP» (G. Sanz).

¿‘Gobierno progresista’? Al contrario, Gobierno regresista. Vuelven al Pacto del Tinell. «Por mucho que insistan, no es progresista un gobierno con golpistas, prófugos de la justicia y gente que sacó a más de cien violadores a la calle. Eso es retroceso y quienes conformarán la continuidad del peor gobierno de la democracia son reaccionarios con causa y sin solución» (F. Carrillo).

«Se está consumando una operación de mantenimiento de una clase política insaciable bajo el subterfugio de un autodenominado ‘gobierno progresista’… Lo que venga a partir de ahora apenas si depende de nosotros… Vivimos un momento nada histórico donde los ‘tontos de balcón’ aspiran a dirigir el tráfico rodado» (G. Morán). César Calderón augura que Puigdemont se llevará la satisfacción de haber hecho pasar al maniquí por debajo del futbolín. ¡Qué humillación! No se puede caer más bajo.

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