Diario de León

Nuevo atentado a nuestro patrimonio

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Es otro más de los muchos que sufrimos. En este caso basta dar un paseo por los alrededores de nuestra Catedral y veremos que ha desaparecido el Bar-Restaurante Luisón (que buena morcilla comí allí), ese que hacía esquina sobre la misma muralla aledaña a Puerta Obispo, allí donde concluye la antigua muralla en su cara este, dejando al descubierto la propia muralla después de siglos tapado por Casa Luisón y por otras muchas construcciones «pegadas» a la muralla que bajan por la calle Serradores hasta la misma torre de Ponce.

Una vez derribado el Luisón es una gozada ver la muralla que ha estado tanto tiempo oculta y al tiempo la magnífica visión que deja en la parte sur de la catedral. Un espacio que se ha revalorizado desde el punto de vista de la propia muralla y de ganar un espacio de gran belleza, pero, !pero resulta¡ que el Ayuntamiento «ha dado» licencia para que en esa emblemática esquina se construyan «pisos turísticos». Hay que frotarse los ojos para mirar el calendario y ver que efectivamente no estamos en 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes y que no es «una inocentada».

Un grave, gravísimo error que será de suponer que la Comisión Territorial, Cultura o Patrimonio o quien sea, lo echen para atrás. Si bien parece que de esto nada, porque nadie, absolutamente nadie habla del tema, solo murmullos del porqué se permite semejante salvajada en la muralla de León. ¿Qué intereses tienen nuestros regidores para ¡permitir! que sobre las piedras de nuestra muralla se vayan a construir «unos pisos» a los que solo tendrán acceso quienes tengan «pasta» y puedan permitirse el lujo de, al levantarse de la cama encontrarse con la visión real de la Pulchra Leonina?

Puede tener algo que ver, los precios de quienes allí se hospeden que serán distintos, si el balcón da vista a la plaza de Puerta Obispo o si da a la cara norte (la sur de la catedral). Ver la catedral desde una ventana del piso turístico al levantarse, debe ser una gozada para la vista pero una burrada de inmensas proporciones para León.

No dudo de que se trata de una cuestión de precios, pero ¿quiénes serán los beneficiados aparte de los inquilinos de esos pisos? ¿Qué puede sacar Patrimonio, o el Ayuntamiento o quien quiera que sea, y porque no han entrado a valorar el terrible atentado que se va a llevar a cabo?

Si se acepta esto y visto desde esta óptica me pregunto (con sarcasmo): ¿porque no hacer pisos turísticos también en la calle de los Cubos, o en Carreras o en el mismo ábside la de catedral? Porque está claro que la rentabilidad de estos futuros pisos turísticos puede llegar a superar mas del 200% de la que hay para el alquiler normal de otros pisos turísticos de nuestra ciudad.

Es una mala noticia para León: El Restaurante Luisón pasará a ser un complejo de pisos turísticos «pegados legalmente» a la muralla. Cómo se lee, pegados a la muralla, a la misma muralla que nació antes de nuestra era. Antes de Cristo. Si, como suena una construcción moderna será pegada a la muralla que es símbolo de León.

¿Qué están pensando, quienes nos gobiernan. Porque se permite semejante barbaridad? Un solar pegado a la muralla que dará paso si no se remedia a pisos de hospedaje turístico al mismísimo lado de la Catedral.

¿Por quñe el Ayuntamiento despeja la muralla de la calle Los Cubos con expropiaciones que no aplica en Puerta Obispo? ¿No hay en León voces que clamen contra la barbaridad proyectada en la esquina de Puerta Obispo? ¿Por qué esta discriminación con la muralla que construyeron los romanos y que más tarde se reconstruyo y elevó en la época medieval sobre la esquina en la que en su día se «permitió» construir el Luisón, que ahora se liberó y que va a quedar de nuevo «oculta» a los transeúntes, turistas y sobre todo a los propios leoneses.

La Junta en dos ocasiones ya ha informado favorablemente para la ejecución de la obra. Curiosamente y no sabemos (al menos yo) porque circunstancia se ha parado la obra. Es posible que estén haciendo investigaciones sobre los restos arqueológicos que a simple vista no parecen de gran valor en las excavaciones que se pueden ver por entre las rendijas de la obra.

Quién sabe si estarán pendientes de alguna resolución de instancias como la Comisión Territorial que es la que debe dar el permiso para seguir el proyecto. ¿Será esta la razón del parón? Tal y como está planteada la situación y con licencia del ayuntamiento ya firmada, lo más probable es que dentro de no mucho veamos como sobre ese trozo de muralla se levantara una construcción moderna de pisos turísticos a la que además solo podrán acceder unos poco privilegiados por su poder económico.

La autorización partió el pasado mes de marzo con algunos condicionantes habituales, tales como la realización de unas catas arqueológicas en una parte del solar que ha quedado a la vista.

Esas catas se pueden apreciar ahora mismo dentro de lo que era el suelo de la planta baja del restaurante, en forma de unos aparentes muros bajos que parecen de escaso valor arqueológico. Podría ocurrir que cuando se conozca en detalle de qué y cómo se pretende construir, sea vetado por considerarlo inapropiado para la zona. Esta sería una extraordinaria noticia.

Ojalá que al final todo haya sido un mal sueño y en no mucho tiempo veamos relucir una porción de nuestra muralla que lleva cientos de años ocupada por una construcción no propia y poder observar ese paño y el cubo en su esencia que no en su totalidad porque los cubos que se extienden desde la esquina de Puerta Obispo hasta la torre de Ponce están todos vaciados y «aprovechados» por el Obispado para sus oficinas, archivos y otras estancias sin que nadie les haya dicho ni palabra o por el simple acto de «ocuparlos».

En su tiempo el Obispado se anexó a la muralla y cubos y esto para la Iglesia como en otras tantas ocasiones era motivo suficiente para «considerarlas suyas». En fechas previas a la confección de este artículo he visitado de nuevo el lugar de referencia y se encuentra en similares condiciones a las de mis anteriores visitas, lo cual me reconforma porque me atrevo a sospechar que estén las obras paradas y que ¡porque no! estén reconsiderado lo de los pisos.

Hay más descuidos con nuestro Patrimonio que no hay forma de culminar. Les recordare algún otro de pasada, para que veamos con claridad aunque sin comprender, que nos pasa a los leoneses: Iglesia martirial de Marialba de la Ribera; teatro Emperador; proyecto ferroviario de Torneros; tren de Feve; la Ciudad del Mayor y sobre todo la suciedad que nos inunda día tras día en las calles y barrios de León. Parece llegado el momento de crear: «La Asociación en defensa del Patrimonio Leonés», que creo no existe y si existe, pido disculpas.

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