Diario de León

TRIBUNA

Ana I. Moreno
Catedrática de Filología Inglesa de la ULE

El desafío cada vez más complejo de la internacionalización universitaria

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Ana Isabel Moreno

Ana Isabel MorenoRedacción

La internacionalización se ha convertido en un pilar fundamental para que las universidades se adapten a las demandas del siglo XXI. Ya no se concibe el futuro de las universidades españolas fuera del Espacio Europeo de Educación Superior. Cada vez se mira con más interés a otras áreas de cooperación. Según la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) de 2023, para lograr la internacionalización con éxito, es necesario promoverla en todas sus facetas: docencia, investigación, transferencia e intercambio de conocimiento, innovación y cooperación internacional. Y es crucial involucrar a toda la comunidad universitaria, evitando cualquier forma de segregación por motivos económicos.

El dominio del inglés es esencial allá donde el castellano no es la base idiomática común. Como lingua franca en el ámbito académico y científico, el inglés facilita la comunicación y colaboración con instituciones, investigadores y estudiantes de todo el mundo. Sin embargo, el éxito en la internacionalización también implica una comprensión de las actividades, así como de las sutilezas culturales y académicas, involucradas en cada interacción internacional.

En primer lugar, los intercambios de estudiantes no solo ofrecen una oportunidad para adquirir habilidades interculturales, sino que también fortalecen las relaciones académicas y promueven la diversidad en el campus. Establecerlos requiere habilidades excepcionales en la gestión intercultural y en la coordinación educativa a nivel internacional. Conlleva identificar oportunidades de colaboración con universidades extranjeras, garantizando que los programas de intercambio sean mutuamente beneficiosos, alineados con los objetivos académicos de ambas instituciones, y fomentando su acreditación internacional. Además, exige una sólida comprensión de los requisitos académicos y administrativos, para asegurar que los estudiantes participantes reciban el apoyo necesario para una experiencia exitosa y enriquecedora en el extranjero.

En segundo lugar, la docencia y la investigación son cruciales para la proyección internacional de una universidad. La calidad en estos ámbitos atrae a estudiantes, investigadores y colaboradores de todo el mundo. Acometer su internacionalización supone la capacidad de desarrollar programas de estudio atractivos y actualizados que reflejen las últimas tendencias y avances en disciplinas estratégicas de la universidad, e incluyan opciones de docencia en inglés para captar más estudiantes extranjeros. Además, implica promover una cultura de investigación rigurosa, facilitando la colaboración internacional y la publicación en revistas de alto impacto, que suelen ser en inglés, para aumentar la visibilidad y el prestigio de la universidad a nivel global.

Igualmente, la transferencia e intercambio de conocimiento, junto con la innovación, posicionan a la universidad en la vanguardia. Implementar actividades de internacionalización en estas áreas demanda comprender las tendencias globales en investigación y desarrollo. Requiere identificar oportunidades de colaboración y financiación que impulsen la innovación en el escenario internacional. Para ello, será crucial promover la colaboración interdisciplinar y la aplicación práctica del conocimiento generado.

Asimismo, en este mundo interconectado, la colaboración internacional es esencial para contribuir al desarrollo sostenible global. Gestionar estas colaboraciones significa impulsar proyectos de investigación aplicada, programas de formación y capacitación, colaboraciones con organismos internacionales y ONGs, desarrollo de infraestructuras sostenibles e iniciativas que busquen reducir las desigualdades sociales y promuevan la inclusión. Estas misiones darán muestras del compromiso de la universidad con la resolución de desafíos globales, en pro de la equidad, la justicia social y el bienestar en comunidades vulnerables.

Finalmente, el personal de apoyo técnico, gestión, administración y servicios (PTGAS) es imprescindible en el funcionamiento diario de la universidad. Su habilidad para comunicarse interculturalmente en inglés puede determinar el éxito de muchas de sus actividades con proyección internacional. Por ello, un gran reto será favorecer su formación en esta lengua para que pueda interactuar con confianza y apoyar eficazmente dichas actividades.

En conclusión, la internacionalización efectiva de una universidad requiere la combinación de habilidades lingüísticas y conocimientos especializados en áreas de muy diversa índole. Su éxito dependerá de que su comunidad logre comunicarse efectivamente a nivel global, al tiempo que la institución promueva la excelencia académica, la innovación y la colaboración internacional en todas sus facetas. Su adaptabilidad y visión estratégica serán clave no solo para mantenerse a la vanguardia sino para liderar la transformación educativa global.

Todo esto suena muy bien, pero sin financiación adicional, este reto de la LOSU se quedará en papel mojado.

Requiere la combinación de habilidades lingüísticas y conocimientos especializados en áreas de muy diversa índole. Su éxito dependerá de que su comunidad logre comunicarse efectivamente a nivel global, con excelencia académica, innovación y colaboración internacional en todas sus facetas
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