La carrera del galgo decae
Sánchez ama el poder casi tanto como a su misma persona, es decir, hasta el infinito. Los colegas van en burro grande
Ante el cúmulo de problemas de toda índole (de toda) que afectan al Partido Socialista y por ende al Gobierno, las apuestas por cómo y cuándo acabará la legislatura se cruzan. El milagro de los panes y los peces en versión política se produciría de nuevo unos cuantos siglos después si esta singladura maltrecha del Gobierno de Sánchez, con el One a la cabeza, logra arribar a julio del 27. Dadas las circunstancias, la pervivencia de este Gobierno tiene fecha de caducidad, y yo diría que no muy lejana, pero claro, el pedigrí de los protagonistas de esta tragicomedia, sociatas sectarios hasta el tuétano, comunistas desorejados, independentistas de salón, bilduetarras disfrazados, peneuvistas traidores a sí mismos, hace que la tarea de acertar la quiniela se torne compleja. Sánchez ama el poder casi tanto como a su misma persona, es decir, hasta el infinito. Los colegas de juego van asentados en burro grande y cómodo. Yolanda nunca se vio en otra. De liberada sindical a Vice presi con fondo de armario kilométrico y denso. Rufián dejó la manguera de parques y jardines y hasta estrenó traje y corbata, algo que ni en sus sueños más optimistas. Otegi se ha visto ensalzado cual santo patrón, y luego están Pilarín, Marizú, el seminarista que mueve los bracitos cual muñeco de guiñol, Patxi al que no le duelen traiciones profundas (ya lo dijo en su día, refiriéndose a él, Pilar Ruiz Albisu, la madre de Maite Pagaza y de su hermano Joseba, ertzaina asesinado por ETA en enero de 2003 en Andoaín). El resto son muñecos de trapo convenientemente adornados, Compromís, Más Madrid, y grupúsculos de perfil escatológico. Falta aquel follonero que trataba de vender (en la jerga política) duros a cuatro pesetas. Me refiero al compi de Errejonín y Moneydero, el simpar Coletas ahora metido a comentarista en emisoras semipiratas. Indudablemente, hacer pronósticos medianamente sensatos y coherentes con esta ganadería no es en absoluto tarea fácil, pero aún así, el señor del maquillaje, el mentor de Ábalos, Koldo, Cerdán «el navarro», el iconoclasta marido enamorado de la catedrática , el hermano del émulo de Mozart y Haydn, resulta un sujeto imprevisible, solo que ahora mismo, entre sus pecados, la UCO, el juez Peinado, la jueza Biedna y los arrojados jueces del Supremo (no todos) y algún otro que se me escapa, lo empieza a tener crudo. Que el Partido Socialista está tocado en víscera profunda lo reconocen hasta ellos mismos, en una increíble pirueta de sinceridad, pero claro, las evidencias del escándalo resuenan en Londres (The Times, The Daily Telegraph, The Guardian —oh sorpresa—,) París (Le Monde) Turín La Stampa, The New York Times y hasta en el Financial Times. Es decir, la escandalera de Sánchez y los suyos ha alcanzado confines planetarios. Esos paseos por Bruselas del brazo de la muñequita Von der Leyen se han ido esfumando. Ahora, el secre de la Otan, el ex primer ministro holándés Rutte, lo tiene en el punto de mira, y Trump el día menos pensado (como hizo ya en el pasado) le da un soplamocos en una de esas cumbres que ahora se repiten casi a diario por mor de la situación internacional tan complicada en la que estamos inmersos. Veremos a ver qué da de sí la reunión Otan que se ha celebrado estos días en La Haya, y donde España ha sido señalada con el dedo por el resto de países de la Alianza. Trump está realmente enfadado con España, es decir, con Sánchez y sus mariachis.
Ante la situación política planteada qué hace la oposición. Pues en palabras de muchos comentaristas, «tocar el violón» como es su inveterada costumbre desde los tiempos de Mariano, mal que nos pese. Es cierto que de vez en cuando Feijóo despierta de su letargo, pero la contundencia y ardor de Abascal en poner palos en la rueda, en maniobras absolutamente carentes de sentido (Vox parece más una secta que un partido) hace que el gallego se refugie de nuevo en la templanza de gaitas, y así no llegamos a puerto seguro. Más interesante parece la que podríamos llamar «oposición desde dentro». Las últimas apariciones televisivas de Felipe y Guerra, y el escrito que 38 altos cargos socialistas aún, y muchos ex, han dirigido al Presidente del Gobierno, pero también Secretario General PSOE. Entre ellos, por no decir su totalidad, a los que podríamos denominar viejos socialistas buenos: Paco Vázquez, César Antonio Molina, Pepote de la Borbolla, Barrionuevo, Cosculluela, Nicolás Redondo. Claro, estamos hablando de otra gente, gente seria que nada tiene que ver con Sánchez, Zapatero (Dios mío qué sujeto) cariño Armengol, el novio de Jéssica, el portero-guardián del puticlub pamplonés Rosales, el Navarro, y esa pléyade de chorizos que han ido aflorando gracias a los buenos oficios del Teniente Coronel Balas, que espero salga milagrosamente librado de esta enjundia terrorífica de los bajos fondos políticos. Ésta es nuestra querida España, la que en estos días aciagos es el blanco de mofas y chanzas de los informativos de medio mundo. ¿Se producirá el milagro y el Cid Campeador, Viriato o el Gran Capitán volverán a levantar cabeza?