El rábano por las hojas

NO SÉ por qué hojas agarrar el rábano de la actualidad. El día ha sido gris, con poco o nada que llevarse al zurrón de tinta. Un día de pana lisa, idéntico al que impidió ver el segundo eclipse lunar del año. No es fácil contemplar cómo la luna se enfunda su capa negra. La luna ya no es algo inasible desde que el hombre puso las botas sobre su cuello. Ni siquiera cuenta con la coartada de la pareja de tórtolos que disfrutan de chispas de oro en cada beso. Son incontables las veces que he mirado desde el ventanal de la Collada de Aralla el paisaje de vértigo que acaba ahogándose en el pantano de Luna. Sólo algunas, muy pocas, la postal es perfecta en su cuatricromía. Con el lago al fondo, rebobino la historia de los hombres/mujeres de Luna y Babia que contribuyeron con su crucifixión a la prosperidad del Páramo. Fue un sacrificio de excelsidades. Una comarca entera logró la redención. Pasó del adobe, al ladrillo cara vista; de los centenales, a las sementeras de alubias, de remolacha y maizales. Del tocino rancio, a los tractores y los coches de 16 válvulas. Algo así se reedita en la actualidad, cuando se escenifica la trifulca de los regantes del sur de León y la Consejería de Agricultura y la Confederación Hidrográfica del Duero. Una guerra sorduna que deberá cerrarse sin remedio teniendo en cuenta una premisa: el Páramo Bajo no puede acabar como un paisaje lunar humano. Ya tenemos bastates en esta provincia en la que «algo se muere» cada día. Arranco otra hoja del rábano de la actualidad, igual que si desmochara cortes de remolacha, y aparece una esquela. Es un amigo bañezano: José Rivas Villadangos, empresario del hierro y de los sueños. Pepe Rivas, 72 años, fue un iluso porque tenía ilusiones. Y de ilusiones no sólo se vive, sino que también se muere. Avalaron la canción los ciegos, que nos tienen acostumbrados a ser los que mejor ven los negocios. Mejor que los políticos. Por cierto, hoy se inicia el debate de los presupuestos para Castilla y León del 2004: más de 7.995 millones de euros. Un presupuesto que crece el 7,4% respecto al todavía vigente. Comienza el debate, como es preceptivo, con el chequeo de las enmiendas a la totalidad. En esta ocasión, las dos presentadas por el PSOE y la UPL. La oposición pide la devolución por tres motivos: no profundizan en el desarrollo regional, no están provincializados y discriminan algunos territorios. Podrían esgrimir cualquier otra causa. El efecto final sería el mismo: la mayoría absoluta azul no permitirá abrir nuevos boquerones. Ni en el órdago a los presupuestos, ni a la ley de acompañamiento. Otra hoja menos talluda es la que sale del rábano socialista. Antonio Canedo, corregidor de Camponaraya, será el capo comarcal del socialismo berciano. Tras casi dos años con el cepo de la Gestora, el próximo 13 de diciembre Antonio Canedo será elevado a la dirección comarcal con el 80% de los mandatos, punto arriba o abajo. Los críticos tendrán que palparse los apoyos para no quedar en ridículo. Pero hoy es San Martín, patrono de la villa jacobea de Mansilla de las Mulas. Es tiempo de bacalao al ajo arriero. Y de matanzas. Tiempo en que a «todo cerdo le llega su San Martín», o lo que es lo mismo: su gruñido final.