Diario de León

EL RINCÓN

Vítores a los muertos

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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EN ESTE momento de la vida española quienes demuestran una mayor cohesión son los árbitros de fútbol. Su firmeza es muy superior a la que están exhibiendo quienes arbitran nuestra convivencia. Cuando iban a lapidar al desventurado Tristante Oliva por señalar un penalti opinable, por supuesto a favor del Madrid, en el último minuto de descuento, se han agrupado todos, como un solo hombre, para impedir que nadie tire la primera piedra y sobre todo para evitar que después de esa primera vengan muchas más. El Comité ha dicho que sí, que fue penalti, y en vez de acudir en defensa del defensa Marchena, acusado de ser el primero que sujeta a un delantero en el área, defiende al colegiado. Hay que vitorear al estamento arbitral, entre otras cosas para no oír otros vítores como los que sonaron en el vídeo etarra que anunciaba que en una parte de España no habría más asesinatos. «¡Gora Euskal Herria askatuta y visca Catalunya lliure!». A Maragall, que le ha caído una buena con Carod Rovira, no le está vitoreando nadie, que se sepa. O puede que lo hagan, pero en silencio. El hombre ha dicho que el tripartito seguirá, aunque se haya roto en muchas más partes, pese a la petición de Zapatero, al que parece que no le hacen demasiado caso sus socios, a pesar de sus buenas formas para pedir las cosas. A otro que sí han vitoreado es a Pantani, mejor dicho a su cadáver, que ya no podía corresponder a las ovaciones. Muerte de un ciclista, se sintió humillado y se encerró con su tristeza en una habitación de hotel. Más de 10.000 personas acudieron a su funeral. En el acto se leyó su testamento, que confirma la tesis del suicidio. Eso de dedicarles una cerrada ovación a los muertos, nada más cerrar la caja, se lleva ahora mucho. Lo tradicional era lo que llamaban «un respetuoso silencio», quizá sabiendo que era lo único que podría oír de aquí en adelante. El silencio, que es el esperanto que aprenden todos los difuntos. Entre los dos escaladores, Marco Pantani y Carod Rovira, nos cae mucho mejor el primero.

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