Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

TODO lo que el hombre quiere lo sueña primero». Sin duda, las palabras de María Zambrano están detrás de la reivindicación de Zapatero a soñar (algunas) utopías. O saber lo que se quiere y quererlo mucho para conseguirlo (lo decía Ángel Gabilondo en sus clases de Metafísica en la Autónoma de Madrid). Los leoneses no habían soñado con un presidente de Gobierno, aunque los haya tenido en su historia. Todavía hay quien no se lo cree. Ha sido el sueño de Zapatero el que ha sorprendido esta primavera a León, cuyos moradores -aparte de irse a Madrid a arreglar lo de la despoblación, Rodera dixit - son dados a creer poco en sus posibilidades y la de los recursos que surgen de sus entrañas o han heredado de la historia. La falta de confianza se lleva en el alma o en los genes como una herencia maldita. Ha sido el mejor caldo de cultivo para la destrucción del patrimonio etnográfico, el olvido infinito de los afanes, el ingenio y la belleza con que, en medio de brutal pobreza, levantaron sus pueblos los antepasados. El poso en el que se asientan proyectos impensables como el Museo de la Fauna Salvaje en la montaña leonesa, financiado con fondos públicos (no sabemos muy bien cuántos, pásmese la ciudadanía) y entregado envuelto en papel de regalo a una fundación que no tiene que dar cuentas ni al guarda forestal. El sueño del presidente de la Diputación dicen que se llama San Glorio, un proyecto que en realidad no existe (vamos a ver si redactamos el anteproyecto), que esconde una gran operación urbanística (especulativa) en medio de un espacio regional protegido. «A Lestrigones, Cíclopes/ y fiero Poseidón no encontrarás/ si no los llevas en tu alma». León no ha disfrutado de este viaje a Itaca que relató Kavafis en unos versos y lleva demasiados cíclopes en el alma a fuerza de creerse las utopías de otros. Es hora de empiece a tener sus propios sueños. Y a quererlos.

tracking