Glamour de sangre azul

NUNCA POR LAS VENAS de Madrid, ni siquiera en tiempos de Alfonso XIII, corrió tanta sangre azul. Reyes, duques, infantas, princesas, barones, marquesas, se dieron cita en la catedral de La Almudena para asistir a la boda del Príncipe de Asturias con doña Letizia. Como estaba diagnosticado, un ejército de ángelotes rubios no dejó de mear desde más allá de las nubes. Confieso mi fe republicana, pero como otros muchos milllones de españoles seguí el acontecimiento mediático en directo. Quizá la lluvia no permitió el esplendor, aunque la pompa y la parafernalia quedó intacta. Las dinastías reinantes y las derrocadas exhiben todo su «glamour» en las bodas reales. Necesitan el papel «couché» del corazón para permanecer. El pueblo las aclama y reverencia como si por sus venas corriera sangre azul, aunque sabe que siempre es roja y el corazón late a la izquierda. Llovió sin desmayo antes, durante y después de la boda. Ya dije ayer que el cardenal Rouco Varela y la Conferencia Episcopal en pleno son unos aprendices en tráfico de influencias al lado de la Virgen de Castrotierra que procesionaron los campesinos leoneses de la Valduerna, Maragatería, Órbigo, Páramo, Jamuz y Cabrera, hasta Astorga para implorar la bendición de la lluvia a sus sementeras de secano. Lo agricultores de regadío recurrieron a la guardia civil para denunciar que los grajos esquilman sus sembrados de maiz. Aprovechando que la Virgen de la lluvia ya está en Astorga, los congresistas de la UPL le pedirán su mediación para saldar hoy la crisis. Es la cita más transcendente desde su fundación. El padre padrone , José María Rodríguez de Francisco, ha renunciado a asistir y sus huestes leales desisten a presentarse al comité ejecutivo. Hay demasiadas incógnitas en el leonesismo que deberán ser despejadas hoy. ¿Existe, realmente, un núcleo duro que ya ha agotado su paciencia, como Cicerón con Catilina, dispuesto a fosilizar el protectorazgo de Rodríguez de Francisco? ¿Intentarán, de verdad, enterrar las decisiones personalistas en aras de las colectivas?. He intentado, por activa y pasiva, una charla previa con De Francisco. Misión imposible. La voz metálica de la telefonista me impide, incluso, dejar el mensaje en su buzón. Está lleno. Supongo que también estarán repletos los de los negociadores del Pacto Local. Lo hacen a tres bandas, pero no acaba de consolidarse la carambola. Sin compromiso económico y financiero, es imposible. Y sin plazos, menos aún. En la útlima reunión del consejero Fernández Mañueco con representantes socialistas y de la FRMP se adelantó la voluntad de la Junta por asumir dos competencias que viene gestionando y pagando la Diputación Provincial de León: el psquiátrico Santa Isabel y el Conservatorio de Música, lo que oxigenaría a la institución con un ahorro de 15 millones de euros. A cambio habrá otras transferencias a la Diputación y ayuntamientos. Lo que no se dice es cómo, ni cuándo, ni con qué financiación. Sospechamos que el Pacto Local va para largo. Está verde. Como estaba verde el asecenso de Baloncesto León a la ACB y no sabemos si ha madurado el de la Cultural, después de treinta años, a la división de plata.