Diario de León
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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PESABA 150 kilos y debía su peso en millones de dólares. Si hubiesen querido secuestrarle tendrían que haber empleado una grúa, pero nadie secuestra a una estatua y él era ya su propia estatua. Cuando se miraba al espejo quizá dijera: yo fui Marlon Brando, si la memoria no me falla. Sus dos únicos amigos eran sus dos Oscar y los ocultaba para que no se los embargasen. Todo un personaje. El portentoso actor nos interesa más como intérprete de su descabalada vida que como protagonista de tantas y tantas grandes películas. Tenía vocación de depravado. Le gustaba el naipe y los mares del Sur y las señoras guapas -eventualmente también los hombres feos- y los viajes exóticos y las mansiones de lujo y la redención de las tribus indias que se libraron del genocidio y la droga. También le gustaba ser padre, pero ahí tuvo mala maña. Nunca sabremos si los ídolos tienen los pies de barro porque el éxito los derrite o porque sus admiradores van tirando pellas a su paso. ¿Por qué los finales no suelen ser buenos? He conocido a gente idolatrada en vida que lo pasó muy mal cuando ésta se le consumía. Boxeadores, toreros, escritores, cantantes, incluso políticos a los que les sobró la última vuelta del camino. No sólo por no saber hacer «con las amarguras viejas, blanco lino y dulce miel», sino por no guardar ni siquiera el 0,7 de sus ganancias. No aconsejo la avaricia, que me parece el más repulsivo de los llamados pecados, sino una mínima previsión. Nadie debe sobrevivir a su dinero, ni tampoco no usarlo. «Quien vive pobre y muere rico es un borrico», dice el refrán. No. No es eso lo que intento decir. Lo que sí es sensato es lo que proclamaba mi admirado Manolo Vázquez Montalbán: guardar algo para que al cabo de nuestra existencia «nos limpien el culo con una sonrisa». Los finales no suelen ser buenos, pero en la necrológica de un multimillonario en dólares duele leer eso de «tenía 80 años y estaba en la ruina». Hay que pensar en el futuro cuando ya no haya futuro. Sólo lo hacen algunos concejales de urbanismo.

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