Canciones

TELEVISIÓN Española se ha empeñado en configurar el retrato de familia correspondiente a los últimos 50 años, gracias al concurso Nuestra mejor canción . Picoteando en el recuerdo más amable, se trata de establecer un hit-parade de la memoria a base de una cascada de temas que componen la banda sonora de nuestras vidas. Igual que una de esas colchas de la abuela hechas de retazos, el programa hizo un exhaustivo repaso a la autobiografía musicada de este país. La risueña audiencia estableció de inmediato una tremenda identificación afectiva ante la catarata de canciones con sabor añejo que nos muestran, coqueteando con el petardeo pasado de moda y el chunda-chunda más simple, el auténtico engrudo de lo que somos. Como evidencia de que el tiempo se nos ha ido entre las manos, y atrapados en el presente entre la barriga y la hipoteca, logramos perder unos cuantos años con temas como La chica yeyé o Cuando calienta el sol , un tremendo éxito de ventas de aquellos hermanos Rigual que, para sorpresa de los críticos, todos cantaban igual. El universo provinciano de la España con mentalidad agropecuaria ganó un punto de modernidad y cosmopolitismo gracias a canciones que eran un espejo de los acontecimientos sociales, avances técnicos y tendencias culturales. A nivel internacional, la prensa especializada ya ha proclamado Like a Rolling Stone de Bob Dylan, al que precisamente vimos en León el verano pasado, como la mejor canción de todos los tiempos. Y el día 17 el pueblo llano elegirá la canción más representativa de un país, el nuestro, oscuro por tradición pero siempre alegre y con cuerpo de jota. 1397124194