Misteriosa «cannaba»

EL fango municipal mancha con sólo oirlo y verlo retratado cada día en las noticias. Hay mercado de puestos de trabajo. El PP y el PAL quieren acabar, después de años de prácticas digitales pactadas a tres bandas, con el funcionario cesante con el gobierno de turno, un clásico de la era del inigualable Larra. Se barrunta temporal circense. Y tenemos anfiteatro. Ajenos al fango municipal, en la calle Cascalerías salen a la luz nuevos restos de época romana. Todo parece indicar que forman parte del muro semicircular, que configuraba la galería de servicio de un anfiteatro. Es decir, tienen continuidad con los hallazgos del otro lado de la calle Cascalerías, los que se conservan y pueden visitar en una cripta y los escondidos bajo el número 3 de la misma calle. La cannaba -recinto civil extramuros del campamento romano- ha guardado el secreto durante diez años, a pesar de que en diciembre de 1994, cuando se encontró el primer tramo de la monumental galería ya se anticipó la hipótesis de que podía pertenecer a la estructura de un anfiteatro romano. A los dos meses, cuando se debatía la conservación de los restos, la hipótesis inicial se fue apagando hasta desaparecer. Llama la atención que, ante un hallazgo de estas características, al concejal de Patrimonio sólo se le ocurra bromear con que en el casco antiguo se mueve una piedra y aparecen tres romanos. ¿Tiene intención el municipio de que se conserven los restos o esperará a saber lo que piensan/desean la empresa y la Junta como ocurrió con los Principia en la calle San Pelayo?