Zapatero, ¿qué nos traes?

QUERIDO José Luis: ¡Quién te ha visto y quién te ve! Recuerdo cuando ibas en las procesiones y asistías a las misas de las fiestas de La Encina, en Ponferrada, y pocos se fijaban en tí. Cuando llevabas trajes más baratos y la espalda te supuraba por los puñales de guerritas fratricidas en un Partido Socialista provinciano. De aquella nadie te hacía la pelota. A lo sumo, algún alcaldable que quería trepar en esto de la política. Pero, poco más. Hoy estarás en el Bierzo como presidente del Gobierno y ya no vienes en tu coche. Te traen en helicóptero y la gente que te rodea ha movilizado hasta los bomberos de Ponferrada para recibirte. Pero, fanfarrias a parte, aquí, ya sabes que somos muy prácticos: ¿Qué nos traes?. Tus amigos los del PP dicen que no tienes ni una obra que inaugurar, y ni tan siquiera otra para colocar una piedra. Pero, seguro que les cierras la boca con talante y dinero del de todos. Y perdona que me exprese con franqueza, porque los políticos tenéis lo vuestro con eso de patrimonializar los fondos públicos. El personal anda ya un poco mosca a un año de tu mandato, porque dicen que de lo que has prometido sólo hay palabras escritas sobre el agua. ¡Dales caña Zapatero! y demuéstrales a todos que si Felipe González barrió para su tierra, tú no vas a ser menos y no nos vas a dejar huérfanos. Aquí, no te lo perdonarían y las oportunidades las pintan calvas. Los del Partido Socialista del Bierzo saben bien que si les fallas se juegan en las urnas el pan de sus hijos para una buena temporada. De momento, andan con el pecho más inflado que un Airbus. Pero esto -ya sabes-, es como la fama efímera de un bizco inflando un globo. Por el Bierzo, desde que te fuiste para Madrid, tienes palacio, te abrazas con el francés, el alemán o el venezolano, sales en la Televisión Española y eres capaz de cabrear al emperador Bush por lo de las tropas, no han cambiado mucho las cosas. Sí estamos avanzando, pero necesitamos que nos eches una mano. Por aquí es muy raro ver a un presidente de España que se preocupe tan de cerca por lo nuestro. Pero, la visita podría quedar en anécdota si no vienes con pan debajo del brazo. Ya sabes que los bercianos tienen en la sangre el ramalazo gallego: «Amiguiños sí, pero a vaquiña po lo que vale». Querido Zapatero, tengo una lista de necesidades para el Bierzo, pero como los representantes de los poderes públicos, sindicales y empresariales no han abierto la boca para pedir en la última semana, no les voy a suplir yo el protagonismo. Desde luego, me da que pensar, que nadie -ni el PP-, calentase el ambiente ante tu visita. Hay buen rollito y seguro que se les ha pegado eso del talante. Hubo un amago desde la Junta, pero nada. Al final, amigos. Me imagino la fiesta en la calle que se montaría si viniera por aquí el del bigote. Hasta Zapico, que lleva las letras ZP y ahora está en eso de lo vecinal, saldría con cacerolas colgadas de las pancartas. Por eso, que me perdone Benedicto XVI, pero lo de su crítica al relativismo, en ocasiones hace aguas. Mira que altura mental, que Rellán, (UGT-Minería) me daba caña hace días por escribir que estaban dormidos y pedir una revolución de ideas. Sin más, un abrazo.