Algarabía y debate

MIENTRAS se aproxima el debate el proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña, a principios del próximo mes, una insoportable algarabía se ha instalado en las instituciones y en los medios de comunicación. El PP imputa a la «irresponsabilidad» de Zapatero el hecho de que haya llegado a Madrid una demanda tan extrema del Parlamento catalán, y el Gobierno achaca al principal partido de la oposición infundado alarmismo por falta de verdadero proyecto político. De cualquier modo, no tiene demasiado sentido polemizar sobre quién tiene la culpa de que estemos donde estamos: lo lógico es buscar soluciones a la actual encrucijada, que plantea riesgos objetivos que a todos nos alcanzan, y no sólo a la clase política. Todo sería más fácil si los grandes partidos trabajaran en esto concertadamente.