Inmigración y xenofobia

EL MALESTAR y los graves incidentes que se han desatado en Francia provienen, sin duda alguna, de la falta de expectativas de masas de inmigrantes jóvenes de segunda generación que ven que su esfuerzo de aclimatación e integración no sirve para nada. El asunto es realmente serio porque viene de lejos y genera tumores (es el nutriente de la extrema derecha), y quizá fuera oportuno investigar si este fenómeno no se debe al hecho de que Francia recibiese una inmigración excesiva con ocasión de la independencia de Argelia, de forma que ha sido imposible asimilarla cabalmente y sin traumatismos. El análisis debe ser sutil porque podría engendrar xenofobia, pero es claro que los flujos migratorios, para resultar inocuos, han de tener una magnitud digerible.