A vueltas con la opa

LA RESOLUCIÓN de la CNE sobre la opa lanzada por Gas Natural sobre Endesa ha sido criticada por la suavidad de las obligaciones impuestas a la operación. Esto es cierto pero también lo es que el organismo regulador deberá sacar a la luz en las próximas dos semanas su informe sobre el impacto de la adquisición sobre la competencia en el mercado energético. Es ahí en donde será correcto juzgar si la CNE es débil o muy exigente. Por otra parte, si, como parece, Bruselas devolverá la opa a las autoridades españolas todavía queda otro filtro, el Tribunal de Defensa de la Competencia, que deberá también dar su opinión sobre el asunto. Así pues las espadas quedan en alto. ¿Qué problemas competitivos plantea la integración Endesa-Gas Natural? El más evidente es la integración del monopolista del gas en España con la principal empresa eléctrica española. El problema es que el gas es el el componente esencial para producir electricidad mediante las centrales de ciclo combinado que son la principal vía de crecimiento de las compañías del sector eléctrico tras el parón nuclear, las crecientes dificultades medioambientales para usar carbón y la imposibilidad de hacer más centrales hidroelectricas. Sin unas garantías claras y regladas, Gas Natural podría discriminar a las demás empresas eléctricas y hacer la competencia imposible. Ante esa situación, una condición básica para que la opa fuese aceptable sería la existencia de un mercado competitivo en el gas. Nada de esto existe en España. Gas Natural tiene una posición dominante en distribución mayorista y monopólica en la minorista.