Sublime cerrazón

LO QUE esencialmente produce esa nueva irrupción de la banda ETA en la escena es asco y cansancio. Sólo poniendo en juego la templanza y extraordinarias dosis de cinismo puede intentar «analizarse» un comunicado en el que se insiste con una sublime cerrazón sublime en esquemas archiconocidos y se advierte de que la negociación que se propone debería abordar «la forma de superar el conflicto armado: desmilitarización, colectivo de presos y presas políticas y otras consecuencias del conflicto». También alude la banda a la situación catalana tras la aprobación del Estatuto y, con su maquiavelismo tonto, reclama «el reconocimiento de los derechos colectivos de estas dos naciones» (Cataluña y Euskalherría). Ciertamente, nadda hay que hablar. Se lo dicen todo.