Pobres chavales

PERO, ¿qué culpa tienen los chavales de que Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy ni se hablen y que Rubalcaba y Ana Pastor no puedan ni verse? ¿Qué culpa tiene el escolar de Caravaca de la Cruz de que en Murcia gobierne el PP, y el escolar de Torrecillas de la Tiesa de que en Extremadura lo haga el PSOE?. Bastante tienen con ir cada mañana al cole a estudiar lo que no les interesa lo más mínimo, sin necesidad de ser también los primeros perjudicados por los malos humos y las indigestiones de nuestra clase política. Siempre la paga el más débil. Históricamente ha sido así. Siempre la paga el más enclenque y el más frágil, que es esta ocasión es además el que no tiene capacidad alguna de decisión, pero que sí es el que va a padecer las determinaciones alocadas e irresponsables que sobre su educación se tomen. Porque eso de la formación común en secundaria que el Partido Popular va a poner en práctica en las comunidades que gobierna, no es una decisión razonada, ni una medida necesaria. Es un acto de revanchismo impropio de una fuerza política que antes o después, gobernará el país. Las leyes se hacen para cumplirlas. Parece mentira que haya que recordarlo, pero es así. No sólo Ana Pastor, Mariano, Acebes y Zaplana están en desacuerdo con algunas de nuestras legislaciones. Los demás también lo estamos, aunque no sea con las mismas. Y, sin embargo, las acatamos. Porque tenemos responsabilidad ciudadana. Y porque sabemos que, si nos saltamos a la torera las normas de convivencia, acabaremos viviendo en un infierno. El permanente enfrentamiento de populares y socialistas nos ha llevado a esta situación. Inexplicable e incomprensible. Donde la educación de un escolar de El Bierzo será diferente a la de uno de Valdeorras. Y es que en esto de la educación lo que importa es el orgullo, el honor y la rebeldía de nuestra clase política. Lo de menos son los escolares.