Diario de León

CON VIENTO FRESCO

Urbanismo, especulación y crecimiento

Publicado por
JOSÉ A. BALBOA DE PAZ
León

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MIENTRAS ESCRIBO, la nieve, que cae copiosamente, cubre de un manto blanco el bajo valle del Cúa. Esta blancura, metáfora de un mundo inmaculado e íntegro, contrasta con el negro horizonte del urbanismo, que en ocasiones parece embarrado como un oscuro barrizal en el que campea la especulación más desenfrenada. Mientras el campo, con sus pueblos decrépitos, languidece, las ciudades crecen desaforadamente, aunque luego una buena parte de sus viviendas permanezcan vacías. Hay dinero o, al menos, hay posibilidad de conseguir hipotecas razonables, aunque luego uno quede endeudado de por vida y con la amenaza de que, con cualquier subida de los tipos de interés, todo el tinglado se venga abajo. En León, ciudad atractiva pero en la que los pisos tienen precios elevados, es difícil adquirir uno nuevo pese a que en estos últimos años se han construido por millares. Hay una demanda real o especulativa verdaderamente extraordinaria. He hecho la prueba; he llamado a varias inmobiliarias que tienen pisos en construcción para su venta, en una conocida zona en expansión de la ciudad, nada barata. En ninguna quedan pisos para vender pese a que hay quince o veinte edificios de siete plantas y centenares de viviendas. Esta euforia compradora -muchos creen que es mejor invertir en ladrillo que guardarlo en el idem o en el banco- supone una presión asfixiante sobre el suelo urbano, del que sus propietarios buscar obtener los más altos beneficios. En Ponferrada, una parte de ese suelo urbano, 700.000 m² en La Rosaleda, los adquirió el Ayuntamiento, mediante la creación de una empresa propia para gestionarlo, Pongesur. Más del sesenta por ciento del mismo pudo haberlo conseguido gratis el Ayuntamiento, permitiendo a su propietario, Caja España, construir en torno a 3.000 viviendas. Con aquel sesenta por ciento habría suelo para equipamientos sociales, jardines y plazoletas. En su lugar se pagaron por él varios miles de millones de pesetas para especular; y en vez de 3.000 viviendas se permitió la construcción de más del doble, que ya han empezado. El Ayuntamiento hizo un buen negocio, pues los ingresos de la venta del suelo le han posibilitado financiar obras urbanísticas y proyectos sociales en diferentes zonas de la ciudad. El problema es que no todos los empresarios estuvieron de acuerdo. La denuncia ha concluido con una sentencia contraria al Ayuntamiento por no dejar suelo para equipamientos sociales en relación con el volumen de lo edificado. Ha sido un tremendo varapalo en el fin de año. Para solucionar el desaguisado, el equipo de gobierno pone ahora sobre la mesa una modificación del PGOU con 320.000 nuevos metros en el torno de la antigua montaña de carbón, de los cuales 134.700 serían para esos equipamientos sociales que no se dejaron el cercana zona de la Rosaleda, 10.000 para un recinto ferial y el resto para la construcción de 850 nuevas viviendas para jóvenes. Es sin duda una buena solución, aunque algunos cuestionan que se vayan a construir más viviendas en esa parte de la ciudad, y que la modificación del plan contemple 21.000 nuevas viviendas, cosa algo desorbitada. El urbanismo se ha convertido en un recurso fundamental para las políticas municipales, pues de él obtienen los gobiernos recursos imprescindibles para llevar a cabo obras que les den votos; pero también en un motor de la economía. La construcción da empleo directo o indirecto a miles de trabajadores y mueve recursos extraordinarios de los que se benefician muchos. Esta es una contradicción que, a pequeña escala, se asemejas a la que sufre la tierra respecto de la presión al medioambiente de la economía actual. Es la pescadilla que se muerde la cola. Se necesita imperiosamente construir para mantener viva la economía y el empleo; pero por otro lado, sus consecuencias a largo plazo son desastrosas. El caso del urbanismo es aún más flagrante, pues los que deberían cuidarlo a veces prefieren el beneficio político y la especulación, a una ordenación racional y justa del mismo. 1397124194

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