Miedos inmobiliarios

EL CÉLEBRE informe del Servicio de Estudios del BBVA sobre el sector inmobiliario, que desarrolla la hipótesis, poco probable pero sin duda posible, de un pinchazo de la burbuja que hiciese descender los precios súbitamente y generara una inevitable depresión, ha hecho ya mella en algunas instituciones bancarias. Así, el Banco Popular ha tomado de inmediato la decisión de que sólo el 50% del nuevo negocio sea hipotecario, como medida preventiva; y el consejero delegado de la institución ha declarado que no le «extrañaría que llegara la crisis inmobiliaria a algunas zonas de España ». El Ministerio de la Vivienda ha detectado que la subida de los precios se ha ralentizado hasta poco más del 10% anual, lo que indica un cierto enfriamiento del mercado, pero habrá que ver ahora el efecto de estas informaciones sobre los consumidores: si éstos detectan que cabe la posibilidad de una bajada de precios, podría tener lugar una caída de la demanda de consecuencias imprevisibles. De cualquier modo, es inconcebible que se haya permitido que la situación haya llegado al paroxismo actual.