Momento para la reflexión

¿Hay bomberos en León? Para contestar a esta pregunta, categóricamente tenemos que decir que sí: ¡Sí!, hay bomberos en León, pero vamos a retrotraernos al año 1976, treinta años atrás... en mayo de 1976 ocurrió un espectacular incendio en León, en la Avenida Álvarez López Núñez, en las viviendas que pertenecían al Patronato del Ejército, que era como se denominaba entonces (Patronato del Ejército de Tierra, del Aire y de la Armada) y que posteriormente se aglutinaron en uno solo que es el actual Invifas, que por cierto, también está en vías de desaparición... La historia que voy a contar es como sigue: El que suscribe pertenecía a una pandilla, como se llama por aquí, de vinos, es decir un grupo de amiguetes que se juntaban para charlar y tomar unos vinos; éramos varios, unos cuantos de aviación y otros de diferentes instituciones, de los cuales no diré los nombres porque no viene a cuento. Habíamos cogido la costumbre, nos siempre pero sí con cierta regularidad, de ir a visitar una churrería, local pequeñito, que había junto a las casas del incendio, y ese día decidí yo pasarme por allí, y cual no será mi sorpresa cuando me la encontré en circunstancias no aptas para los vinos, pues cuando llegué ya vi el panorama, parecían los efectos especiales de una película. Y ¿por qué íbamos nosotros a visitar la churrería? Porque también vendía vino, y con tapa, pues nos daba un churro con cada vino, era un tío simpaticote. El fuego se originó, parece ser y a tenor de la información, que en los bajos o sótanos del edificio había pinturas almacenadas junto con disolventes, y demás materiales de fácil propagación; la cuestión es que no se supo a ciencia cierta si fue una negligencia o un cortocircuito, pero el caso es que el incendio tomó unas proporciones y una fuerza espectacular, pues las llamas subían muchos metros por encima del edificio. Aquello era un espectáculo dantesco, viendo y oyendo el crepitar de las llamas; y aquí es donde quiero ir a parar, ¿había bomberos en León? En León ¡no!, como supongo no los habría en muchas capitales pequeñas, ya que los carricoches de que disponían más bien parecían de películas del oeste. Entonces, ¿qué pasó con el incendio? Cuando estábamos contemplando el espectáculo , repito, se oyeron unas sirenas y aparecieron por la Cruz Roja Fanegas y el Barón Rojo . El Barón Rojo le llamábamos al coche-camión de contra incendios del Aeródromo de León; nada más llegar se pusieron a actuar. Fanegas dirigió y apuntó con la tortea hacia el edificio y era tan fuerte y con tanto caudal que daba la vuelta a todas las casas. Es a raíz de ese momento, que el fuego comenzó a amainar, aunque desgraciadamente poco se pudo salvar, pues el fuego ya había hecho su trabajo, repito, los coches de bomberos de León echaban un chorrito que llegaba al primer piso con dificultad, y como se puede suponer, con muy poco caudal; por eso digo que el Ayuntamiento de León a partir de ese momento dedicaría de su presupuesto una partida para comprar material contra incendios, pues de nada serviría tener una buena dotación de personal si no tenían medios. Por lo pronto, el edificio de que disponían los bomberos estaba obsoleto. Recuerden: Julio del Campo. Hoy, sin embargo, tanto la ubicación del edificio. en la avenida Sáez de Miera, y el mismo en sí no tendrán nada que envidiar a otros parques de bomberos de otros sitios. De las viviendas, un ala quedó completamente destruida, y las que quedaron, que se pudieron reparar y reformar, ahora pertenecen a Invifas, que por cierto están ocupadas y allí tiene una vivienda asignada el Condemor número uno, también llamado Gárgamel. Manuel Rodríguez (León). I nés (Desde Valladolid, en el debate propuesto en la edición digital diariodeleon.es)