La opa, el pacto y la extraña dimisión

PARA GANAR simpatías, no hay nada como dimitir. Manuel Conthe, dimisionario presidente de la CNMV, siempre fue objeto de la crítica del Partido Popular. Pero ayer el señor Conthe anunció su renuncia, y Rajoy en persona lo alabó y hasta le dedico la calificación de persona honesta. El líder del PP tiene una razón básica, aunque oportunista, para esa valoración: la marcha de Conthe es un golpe para el gobierno. Lo deja al descubierto en la solución del descomunal lío de la feria de operaciones de compra de Endesa, y que cada día trae una sorpresa. La de hoy es la retirada de la opa de E.On tras un pacto de reparto de activos con Enel y Acciona. Este acuerdo de última hora puede significar el final de esta larga novela. La solución, que supone partir la empresa, es la menos deseable, pero cierra un serial de intrigas y tiburoneos. Si algo lo mantendrá abierto será precisamente el anuncio de dimisión de Conthe, porque abre nuevas incógnitas. Puede alegar, como ya deja entrever en su carta, sus «serias reservas» con las últimas decisiones del Consejo de la CNMV, y es obvio que un presidente derrotado en varias votaciones del órgano que preside no lo puede seguir dirigiendo. Pero puede dejar mal parado al gobierno si se le ocurre mantener, por ejemplo, la dudosa legalidad de la opa de Enel-Acciona, que fue presentada fuera de plazo y cuando se conocían las condiciones de E.On. Así que el cuadro queda así: el conflicto de la compra está resuelto. Si E.On pacta con Enel y Acciona, ya no hay nada por qué litigar. El misterio se concentra en Conthe. Cuando explique su marcha, no descarten que deje al descubierto las maniobras del gobierno contra los alemanes, el juego de conspiraciones e intereses que hubo en esta historia, los acuerdos secretos entre Zapatero-Prodi, el nunca claro papel de Entrecanales, y la discutible interpretación de la legalidad que hemos visto. Si es sincero, además de arrogante, todo lo que se ha dicho del intervencionismo puede quedar pequeño al lado de sus palabras. De ahí que Zapatero se encuentre con un nuevo problema: controlar la declaración de este hombre y asegurarse de que será políticamente correcta y ortodoxa. No hay declaración pública más peligrosa para el gabinete. Es la nueva piedra que cae su mesa, salvo que le aplique el viejo refrán: «a incómodo cargo que huye, puente de plata». Y de ahí que Mariano Rajoy haya mostrado su alborozo al comentar la noticia. Pero que no cunda el pánico: para el presidente, las confesiones de Conthe serán un trago con muchos riesgos. Pero todo se dulcifica con el cierre de esta penosa historia, que tanto ha durado en los hornos del poder. Las hambres, con pan son menos. Y las opas con acuerdo final, también. 1397124194