Diario de León

EN EL FILO

Paraísos del folclore

Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

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LA DETENCIÓN de Isabel Pantoja permite recordar que la canción andaluza es una parte no esencial del folclore andaluz, y suele albergar tal densidad de patriotismo español que a sus intérpretes femeninas les gusta identificarse nada menos que con España, a la que representarían en su arte. Se les llama folclóricas a esas canzonetistas que van españoleando por donde pisan, y esa actitud de emocionado chauvinismo no es una opción; es un imperativo categórico del tipismo. Hay excepciones, como en todas las sectas virtuosas, y alguna vez, raras veces, surge de las raíces profundas del pueblo, o de sus ramas periféricas, una voz que le da al asunto un punto de ironía, como suele hacer la famosa Martirio, con sus peinetas de tarta de boda y unos amoríos que siempre van de incógnito. En el grueso de este censo folclórico elige un sector del pueblo a sus vestales, para convertir seguramente el ambiente íntimo de los patios de vecindad en santuario desde el que expresar las emociones litúrgicas que producen sus canciones vitalicias. La Pantoja era una vestal que últimamente trataba de exorcizar ciertas amenazas judiciales, que no eran el mal de ojo de otros tiempos ni el riesgo angustioso de que su hombre se marchara con otra. El aparato de la Justicia se había puesto en marcha con la «operación Malaya», dirigida contra la corrupción municipal y sus derivaciones de Marbella, y si al hecho de que la Agencia Tributaria llevara al menos dos años rastreando los pasos fiscales de Pantoja se le añade que el juez instructor del sumario «malayo», Miguel Ángel Torres, había detectado en los movimientos bancarios de la 'canzonetista' un presunto blanqueo de dinero, a poca gente ha sorprendido que los programas televisivos que se ocupan de la intimidad de famosos, famosillos y desconocidos tuvieran razón, pues ya hace meses que venían sugiriendo que Isabel Pantoja podría verse implicada en los problemas de su compañero sentimental, Julián Muñoz, hoy en la cárcel. Estas noticias demuestran que España adelanta que es una barbaridad, porque si los jueces han tenido que aprender aceleradamente contabilidad imaginativa, funcionamiento y localización de paraísos fiscales para descifrar la criptografía de algunos banqueros, una pequeña parte del mundo de la guitarra y la canción -¿dónde vas seguidilla con ritmo sin cabeza?- ha ido desplazando sus beneficios de aquí para allá, para defenderlos del mordisco tributario y, en esta derivación de la operación que afecta a la Pantoja, para borrar posiblemente huellas en el supuesto tránsito del dinero hacia paraísos de acogida. Isabel Pantoja durmió en una celda de los calabozos de Marbella, de donde fue trasladada a los juzgados, donde prestó larga declaración ante el juez Torres. Hay mucho de Merimée en los episodios que van jalonando la biografía de muchas de esta folclóricas, y la detención de la presunta novia de Julián Muñoz, por presuntos ardides fiscales ideados por éste, va a inspirar canciones muy sentidas, especialmente en temas de amor, que si falta, malo, pero si sobra... tal vez peor. Pantoja ha reactivado sus actuaciones musicales a partir de la detención de Muñoz, pero no ha logrado exorcizar tanto infortunio. Hace falta con urgencia una copla.

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