Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La veleta | julia navarro

El Gobierno de Marruecos le ha creado un problema a España enviando, en contra de su voluntad, a Aminatu Haider a Lanzarote. A la activista saharaui primero la despojaron de su pasaporte, después la obligaron a subir en un avión que aterrizó en Lanzarote y a partir de ahí el problema de Marruecos con Haider comenzó a ser un problema español. Hasta el momento el Gobierno ha hecho lo imposible por conciliar intereses contrapuestos. Por una parte, no molestar a Marruecos, a pesar del problemón que ha originado, y, por otra, intentar convencer a Aminatu Haider que acepte alguna solución que deshaga el problema.

Pero Aminatu Haider viene negándose a aceptar soluciones de compromiso. Ella es saharaui y lo que quiere es regresar a su tierra de donde la han expulsado arbitrariamente. No quiere que le den la nacionalidad española, ni aceptar el estatuto de refugiada, sólo quiere regresar a casa. Verán, yo creo que el Gobierno Zapatero, llevado por la «real politik» ha venido haciendo una política pro marroquí olvidándose del problema de los saharauis. Supongo que por un exceso de pragmatismo, el presidente Zapatero ha creído que lo mejor para los intereses de España es haber adoptado esa política consciente de que el amigo marroquí es harto complicado y que en nada nos conviene un problema con nuestra frontera sur. Una política que levanta ronchas en sectores de su propio partido, que siempre ha manifestado su solidaridad con los saharauis.

Pero volviendo al caso Haider, las cosas están llegando a un límite en el que tampoco es justo seguir exigiendo al Gobierno español que arregle lo que simplemente no puede. Porque el Gobierno viene trabajando para que Marruecos acepte el regreso de Haider pero el Gobierno marroquí se viene negando sin dar ninguna salida y, además, se hacen los ofendidos. El Gobierno no ha tenido más remedio que recurrir a la ONU, donde al fin y al cabo está planteado el conflicto del Sahara sin que los señores diplomáticos de Naciones Unidas hayan conseguido en décadas encontrar una solución aceptable para todas las partes. El problema es que Aminatu Haider está en huelga de hambre y dispuesta a morir, lo que naturalmente angustia al Gobierno español y a la sociedad española, pero no al Gobierno marroquí, lo que demuestra lo poco que le importa la salud de esta activista saharaui Si algo fatal sucede, la responsabilidad no será del Gobierno español, será exclusiva responsabilidad de Marruecos. Y hago mía la reflexión del Premio Nobel José Saramago, de que si Aminatu Haider tenía un pasaporte marroquí no sería ningún desdoro que aceptara la oferta generosa de nuestro Gobierno que le ofrece un pasaporte español.

tracking