El Gobierno no detecta problemas por mal etiquetado de carne equina
Bruselas ve muy prematuro obligar a marcar todos los productos transformados.
Arias Cañete, a la derecha, durante una reunión con las organizaciones agrarias.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró que ni el Gobierno ni la comunidades autónomas han detectado problemas por mal etiquetado de carne de caballo, aunque el Ejecutivo analizará con sus socios de la Unión Europea «la dimensión» del problema a nivel comunitario.
Así lo explicó en rueda de prensa el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, tras reunirse con representantes de las organizaciones y cooperativas agrarias para analizar los presupuestos europeos para agricultura y desarrollo rural para el período 2014-2020 y sus implicaciones para el campo español.
Según detalló Arias Cañete, el ministro francés de Agricultura, Stephane Le Foll, canceló una visita a España programada ayer porque «ha tenido que gestionar el problema» en su país, al detectarse allí una situación «mucho más complicada».
En el caso español, está previsto que un representante del Ministerio se reúna hoy en Bruselas con miembros de la Comisión Europea para analizar «la dimensión al problema» a nivel comunitario. El ministro insistió en que se trata, en los países donde se ha detectado, de un problema «de etiquetado» o infracción sobre las normas de protección a los consumidores y no de una crisis sanitaria. «No tenemos datos de que en España tengamos un problema de esta naturaleza», reafirmó el ministro a preguntas de los periodistas.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) considera que sería prematuro obligar a la industria a incorporar un etiquetado en todos los productos transformados que contengan carne para informar de la procedencia de la misma, dijo ayer el portavoz comunitario de Sanidad, Frédéric Vincent.
Muy prematuro
«Es un poco preliminar pensar en un etiquetado obligatorio sobre los productos transformados en relación a la carne», dijo el portavoz, preguntado sobre el escándalo de la carne de caballo en lasañas que aparecía como vacuno en los ingredientes.
El ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, adelantó ayer que Francia va a proponer a sus socios europeos la idea de obligar a una trazabilidad de la carne en las etiquetas de los platos preparados.
El portavoz comunitario cuestionó el sentido de indicar en el etiquetado de un producto transformado únicamente el origen de la carne y no de todos los ingredientes que lo componen, como por ejemplo el tomate, el trigo, etc.
En ese contexto, señaló que el origen del problema en el caso de la carne de caballo no parece ser de etiquetado, sino un posible fraude, al que habría «contribuido» un etiquetado engañoso. Del mismo modo, se refirió a las diferencias a nivel de etiquetado entre la carne fresca y los productos transformados que se venden en el mercado comunitario.