La cooperante repatriada ingresa en observación en la sexta planta del Carlos III
Llega desde Mali y está a la espera de que los médicos determinen si está infectada de ébola .
Momento en el que la ambulancia llega al Carlos III.
Se pinchó, en torno a las 4 de la madrugada del jueves, con una aguja que había estado expuesta a los restos de un paciente confirmado de ébola. Al momento desinfectó la zona afectada con agua clorada y dio el aviso. Apenas un día después, ayer a primera hora de la mañana, la cooperante navarra de Médicos Sin Fronteras aterrizaba en la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid) e ingresaba en el hospital Carlos III. Sin síntomas, pero con la duda de si el accidente ha provocado un contagio. Aún es pronto para saberlo, aunque el riesgo es alto. El centro confirmó que su personal se hacía cargo de ella a las 10.56 horas.
De momento, la cooperante está ingresada en la sexta planta del hospital. La misma en la que Teresa Romero sobrevivió al ataque del virus, y en la que se aisló a tres casos sospechosos mientras se confirmaba que estaban bien. La experiencia acumulada por el caso de la auxiliar de enfermería ha ayudado a que el centro de referencia de la Comunidad de Madrid esté más preparado que nunca.
Pueden pasar varios días hasta que se confirme o descarte la infección por ébola de la cooperante de MSF repatriada. «Por el momento no tiene síntomas de la enfermedad», insistió ayer la ONG, que gestiona la comunicación del caso directamente.
El Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto por el que concede la nacionalidad española a las hermanas Paciencia Melgar -guineana- e Inmaculada Concepción Helena Wolo -liberiana- por haber donado su sangre tras superar al virus del ébola.