El juez acuerda el internamiento cautelar del joven de Rubí un mínimo de seis meses

El magistrado titular del Juzgado de Menores número 3 de Barcelona, David García, ha acordado el internamiento cautelar del joven de 17 años acusado de matar a su madre en el domicilio familiar de Rubí. El chico ha ingresado en el centro de internamiento para menores l’Alzina, en Palau-solità i Plegamans, donde se estará durante seis meses, prorrogables otros tres. Se espera que la instrucción del caso se alargue entre tres y cuatro meses, por lo que antes de finales de año podría haber el señalamiento para el juicio.

Al tener 17 años, el caso lo ha asumido la Fiscalía de Menores, que este miércoles tomó declaración al joven, y para quien el Ministerio Fiscal ha pedido el internamiento cautelar a la espera de que el juez dicte sentencia firme. La defensa tan siquiera se opuso a esta petición, por lo que se acordó su ingreso por seis meses y un máximo de nueve, el máximo que permite la Ley al tener carácter cautelar, sin existencia de una sentencia firme.

"Se supone que la instrucción no será muy complicada ni larga porque el chico llamó por teléfono para advertir y reconoció sustancialmente los hechos"”, explica en declaraciones a EL PERIÓDICO el magistrado David García. De este modo, se podría señalar la fecha para celebrar el juicio entre los meses de noviembre y diciembre. El joven se afrontará a los cargos de asesinato con agravante de parentesco y con los atenuantes correspondientes a la confesión de los hechos.

 

RESPONSABILIDAD PENAL

Actualmente el detenido tiene 17 años, pero existe la posibilidad que el juicio se celebre cuando tenga la mayoría de edad. "Rebasar los 18 años no implica que la jurisdicción de menores pierda la competencia, seguirá siendo tratado como un menor porque era su condición cuando cometió los hechos", señala el magistrado. Por este motivo, mientras no se celebre la cita judicial deberá permanecer en el centro de internamiento para menores en régimen cerrado.

Una vez se dicte sentencia firme, si ya es mayor de edad, podría permanecer en el centro para menores o ser trasladado a un centro penitenciario para adultos. La Ley General Penitenciaria establece la posibilidad de derivarlo a prisión, pero también se podría dar el caso de permanecer en el centro para menores hasta los 21 años o más allá.

"Sería derivado al centro penitenciario si no cumple con los objetivos marcados en la sentencia, si no se adapta al régimen del centro de menores, pero llegados a los 21 años, si se adapta bien y cumple correctamente, la Ley dice que se tiene que derivar necesariamente al centro para adultos, salvo que el juez diga expresamente que se debe mantener en el centro para menores", asegura García. El juez apunta que la medida no se aplica para "castigar por castigar", sino con el fin de rehabilitar con las máximas garantías.

El joven se enfrenta a una pena de un mínimo de 1 años y un máximo de ocho de internamiento en régimen cerrado, a los que se sumarían otros cinco en libertad vigilada. Pese a que la defensa ha pedido que se le juzgue por homicidio, el Ministerio Fiscal le atribuye un delito de asesinato. En ambos casos, la medida (que no pena, al tratarse de un menor de edad) que se propondría sería la misma.