A LA ÚLTIMA
Sin salida
R ajoy tiene casi imposible gobernar y Sánchez suicidaría definitivamente al PSOE si tras su derrota pretende llegar a Moncloa a cualquier precio. Sin salida. Porque la única factible y sensata es la primera que se rechaza. Pactar quienes pueden hacer mayoría sólida o dejar gobernar en minoría a la lista más votada. Ni hablar de ello —aunque tal vez si cambiaran ambos protagonistas pudiera entreabrirse algo— cuando todo lo demás o es imposible o resulta letal para el PSOE si Sánchez pretende llegar el al gobierno como y con quien sea. Para ello debería entregarse a Podemos, y a sus coaliciones aliadas (Compromis, IC, Beiras ) de todos los pelajes extremos, IU y sumar aún a ello a separatistas varios. O sea, una decena de partidos. Eso tras haber perdido por 1,7 millones de votos, casi 7 puntos y 33 escaños y él mismo derrotado humillantemente en Madrid, hasta el punto de acabar en cuarto lugar. Pretender sacar pecho y gobernar cuando se han conseguido tan solo 90 escaños y se ha bajado a un exiguo 22% es algo difícilmente razonable pero para Sánchez resulta el clavo ardiendo. Aunque se socarre España y acabe por derrumbarse su partido.
Porque es cierto que el PP se ha pegado la gran bofetada y ha perdido 16 puntos y 63 diputados. Pero ellos venían de victoria absoluta y el PSOE de una sima en la que han ahondado.
La situación política de España entra en un escenario que en efecto se ha trastocado de manera total pero la variedad no permite bloques homogéneos mayoritarios sino que de nuevo se queda en manos del nacionalismo. Y ello cuando hay por delante y ya mismo —de la economía ya esta hablando la bolsa y la prima— lo que va a ser el mayor desafío al que se enfrente la Nación. El de su ruptura. El intento secesionista catalán entrará en efervescencia esta navidad misma. ¿Cómo y quien va a estar al timón de España para afrontarlo? Un asunto trascendental que pesará sobre los próximos tiempos y desde luego sobre sus pactos. Si es que los hay, porque de no darse el que sería la única salida real que existe y que en verdad suma o permite que se gobierne la otra sería volver a unas urnas.