«Hace siete años me dijeron que me moriría en tres meses»

«A mi mujer le dijeron que no llegaba a Navidades». De eso han pasado ya siete años. La hepatitis C le provocó una cirrosis que le reventó el hígado. No llegó a tiempo a los nuevos tratamientos. «El interferón me mató vivo», recuerda. Hinchado, con encefalopatía, sangrados constantes. «Me moría. Cada mañana me miraba al espejo y decía ‘todavía estás ahí’». Un día, después de un mes de pruebas, psicólogos y consultas, sonó el teléfono. Eran las 12 de la mañana de un viernes. A las dos de la tarde entraba en el quirófano en Valladolid. «Nunca pensé que podía morirme ni de que otra persona tenía que morir para que yo me salvara. Me despedí de mi hijo que entonces tenía 15 años, por si pasaba algo». La operación duró 14 horas. «Los primeros días fueron terribles, aislado en el hospital». Ahora hace vida normal. Sale tres días a la semana a la montaña con la bicicleta. «El trasplante me cambió todo. Los últimos años antes de la operación fueron terribles. Ahora vuelvo a vivir».