Una iniciativa de los años 70

La iniciativa de estudio de carreras universitarias a distancia en prisión se puso en marcha en los años setenta del siglo pasado y está entre los mejores programas de Europa por el número de alumnos inscritos y por los resultados. Actualmente, en casi todas las cárceles españolas hay algún preso estudiando una titulación superior. Un millar de reclusos de toda España están matriculados en alguna carrera universitaria.

Para examinar a los reclusos se crean 40 tribunales en todo el país. Durante tres días, un grupo de profesores se desplaza a los centros penitenciarios. Las pruebas, idénticas a las que se les realizan al resto de los estudiantes, se envían luego a los tribunales para su corrección.

Aunque los esfuerzos para la normalización avanzan, la privación de libertad es un reto para los reclusos que quieren estudiar. No pueden salir de prisión, pero los profesores universitarios tampoco pueden entrar. Está estipulado que sólo accedan a los centros penitenciarios dos veces al año para tutoriales y exámenes.