Tocamientos

Me hace una gracia bendita e infinita que en las noticias de los últimos sanfermines se insistiera en los casos de abusos sexuales de la tropa beoda utilizando a menudo la palabra «tocamientos». Vale que no haga falta pasar de ahí, del tocamiento, para que la cosa sea ya un intolerable abuso y un delito, pero ¿no hay otra palabra para precisar mejor el crimen y su consiguiente pena?, porque la palabrita tiene tanto corsé de confesonario, que es más ambigua y gallega que Rajoy ante un dilema.

Eso de los tocamientos te manda de un puntapié a los bachilleratos de confesor obseso e infiernos reservados al que enredara en los bajos... ¿has tenido tocamientos impuros, hijo mío?... bueno... ya, ¿pero sobre tela o sobre piel?... ¡¿cómo?!... es que hay mucha diferencia y se refleja en la penitencia... ¡ah!

Volviendo bajo el capote de san Fermín, ¿son también delito los tocamientos consentidos y celebrados por mozas dichosas y sin duda borrachas que van a hombros de su chico o colega y ofrecen jubilosas sus peras en una moda jocunda y creciente en los últimos años... o hay que dejarlo en «escándalo público y obscenidad» y no agresión sexual?... y si asoman tocamientos, ¿es penalmente lo mismo un fugaz contacto que un magreo?... ¿y cabe decir aquí «¿sobre teta o camiseta?» para meter atenuante?... ¡tocamientos!...

Al diccionario: «Acercamiento de dos cosas hasta ponerse en contacto»... y no dice nada más, ni una referencia a lo que llamaríamos «metemano». Por eso el confesor añadía lo de «impuros», con lo que deducimos que habrá también «tocamientos puros», mira qué bien, resolvió Sócrates... y propuso a continuación el término «soba» por venir mejor a estas agresiones sexuales al ser «tocamiento u opresión repetidos de una cosa»... soba también significa «zurra, paliza», pero eso es lo que merece el tocador, abusador, macho sobón y manazas que estaca su territorio petando dedos... y concluyó: ¿tendrá algo que ver que sea Navarra la provincia que más curas, monjas y frailes ha venido dando a España con que allí se vuelva a utilizar con tanta profusión ese «tocamientos» tan cursi?...