Virgen Cibeles

M adrid, como ciudad, queda resumida en La Cibeles lo mismo que la Torre Infiel resume a París. Esa fuente madrileña, esa diosa griega en carroza tirada por una yunta de leones, es icono madrillí desde hace dos siglos... y la escoltan en su plaza el palacio de una duquesa goyesca, un Untamiento que fue antes Correros , un noble casón del Ejército... y el Banco España, caziná... ¿hay alguna otra plaza que dibuje mejor a esa ciudad de hormigas, cortesanos, negociantes, funcionarios y buscapleitos que viven de ser la capital de todas las demás capitales y reinos?...

Quienes pasen hoy por esa plaza verán sepultada la fuente bajo lioso estaribel de andamios velados con malla. Proceden a reparar su mármol salido en el siglo XVIII de la cantera toledana de Montesclaros y la piedra basta del pequeño cerro sobre el que pasea la diosa, tan señorona ella.

Así cubierta, la imagen da un cierto escalofrío porque evoca el otro sepultamiento que sufrió la fuente cuando las bombas de Franco comenzaron a hostigar al Madrid republicano del «no pasarán» y, para protegerla, la junta de defensa decidió cubrirla con sacos terreros y manto de ladrillos hasta el final de la contienda... era el símbolo de la ciudad resistente para aquellos republicanos... además, la testa de Cibeles lleva una corona torreada como el escudo español de la República, así que para su fe laica era la Virgen de Cibeles y no tanto la diosa griega Madre Tierra, dejándole la castiza Virgen de la Paloma a Célia Gámez para que la metiera en su cabaret de los vencedores, aquel «Ya hemos pasao».

¡Esa es la señal, vienen los nuestros!, dicen un coronel-cebolleta y dos camisaviejas que viven por allí... ese donflorito de Rajoy no resuelve el sindiós nacional y esto huele a alzamiento... los rojos de Carmena lo saben, vaya que sí, y temen una ofensiva tan gorda, que esta vez secuestran a La Cibeles para subastarla por internet antes de que la reconquistemos de nuevo.

Esa calora madrileña les hace sopa la sesera... igual que al alternativo de Malasaña que propone llamar Pachamama (Madre Tierra) a la Cibeles.