Condenados
En reiteradas ocasiones en un centro de trabajo de una localidad de León, el jefe procedió, a la vez que la agarraba y abrazaba, a realizar tocamientos en los pechos y nalgas a una empleada sin su consentimiento y con expresiones como «tengo ganas de follarte, te voy a dar en el culo con la polla, te voy a meter la polla» y similares. En un momento determinado ella le pide cambio de horario y el jefe aprovechó la ocasión para solicitarle relaciones sexuales, a lo que ella no accedió. Estas solicitudes estaban condicionadas de modo tácito a mejoras laborales y se sucedieron durante largo tiempo. El jefe también solicitó a otra empleada que se acostara con él siendo recriminada constantemente a partir de entonces, hasta el punto de que la trabajadora abandonó el empleo. Ambas trabajadoras presentaron denuncia después de cesar voluntariamente en el puesto de trabajo. Les condenaron por un delito continuado de abuso sexual y dos delitos de acoso sexual.