Crucificado por aliviar el dolor

A Luis Montes (Villarino de los Aires. Salamanca. 1949) le sorprendió ayer la muerte mientras viajaba en coche, como copiloto, a Molina de Segura (Murcia) para participar en un acto de Derecho a Morir Dignamente. Un infarto de miocardio acabó con su vida de forma fulminante. Se fue el médico al que crucificaron por dar alivio a pacientes a los que no llegaban a tiempo los cuidados paliativos, el hombre a quien ayer agradecían que «gracias a él tenemos una ley de muerte digna en Madrid». Se ha muerto sin lograr que España regule la eutanasia y reconocido por todos los grupos de DMD que, como en León, se han creado en España. | a. gaitero