Diario de León

Una copa contra el tabú de la regla

Desde León a Nepal. La leonesa Mónica Morán sacó un billete de ida a Nepal y no sabe cuándo volverá. Ha convertido el viaje de sus sueños en un proyecto para ayudar a las mujeres y a las niñas a romper el tabú de la regla con la copa menstrual. Se llevó 50 con la ayuda de sus amistades y pide ayuda para ampliar la misión..

Mónica Morán con un grupo de monjas budistas de Nepal a las que explicó el funcionamiento de la copa menstrual como método para retener la menstruación. DL

Mónica Morán con un grupo de monjas budistas de Nepal a las que explicó el funcionamiento de la copa menstrual como método para retener la menstruación. DL

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ANA GAITERO | LEÓN
León

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En Japón se cree que las mujeres sufren un desequilibrio en el gusto debido a la menstruación, por lo que no puede haber mujeres chef de sushi. En Kenia, las mujeres al no tener acceso a los productos de higiene femenina, usan en su defecto, hojas, trozos de tela o barro como ‘compresas’.

En Bolivia, tener la regla es mucho más que estar poseída por el diablo. Los paños higiénicos no se pueden mezclar con la basura, por lo que muchas mujeres los entierran donde no los vean; además, creen que la sangre menstrual puede provocar cáncer.

En algunas partes de India se cree que una mujer menstruando puede pudrir los alimentos al tocarlos. En Afganistán, creen que pueden quedar estériles si se duchan mientras están menstruando.

En las zonas más rurales de Nepal, las mujeres son apartadas de la vida familiar en ‘esos días’; tienen prohibido cocinar, comer con su familia y lavarse. Son desterradas a unos chamizos de barro alejados donde muchas veces son víctimas de violaciones o ataques de fieras... Lo llaman Chhaupadi.

Mónica Morán, una leonesa afincada en Zaragoza, decidió dejarlo todo, incluido su trabajo de administrativa y un contrato fijo, para cumplir su sueño de irse a Nepal y contribuir a mejorar la vida de las mujeres y las niñas de Nepal. «Cuando empecé a buscar ong’s con las que me encantaría colaborar, sentí, que tenía un compromiso con las mujeres de aquí, y pensé .... a parte de mi ayuda, ¿qué les puedo aportar?, así que, se me ocurrió traerles la copa menstrual», explica después de cuatro semanas de experiencia.

La copa menstrual es un recipiente de látex, silicona o plástico quirúrgico que se introduce en la vagina y sirve para recoger el flujo menstrual. Muchas jóvenes la utilizan como una alternativa a las clásicas compresas y a los tampones, tanto por razones económicas como ecológicas y de salud.

Para financiar su proyecto, Mónica Morán buscó la ayuda económica de sus amistades y se puso en contacto con varias empresas distribuidoras de copas menstruales. «Empecé a buscar proveedores, y fueron unos días de angustia, porque esto ocurrió en las vacaciones de agosto, así que, muchos estaban cerrados, pero hubo uno de ellos, www.naturcup.com, de Cáceres», que le respondió. «Me ajustaron los precios, me han hecho algunas donaciones y seguimos colaborando», aclara.

Actualmente está en Kathmandú y con el proyecto de las copas en marcha. Su primer punto de acción fue una casa de acogida para niñas cuyas familias no tienen muchos recursos, gestionada por la organización www.tierraguaysol.org de Granada. «Gracias a ellos, unas 18 niñas tienen una buena educación, y todas las necesidades de alimentación, salud, alojamiento, cubiertas. Ademas están creando un proyecto para dar trabajo a 5 mujeres, dándoles formación en costura, para poder tener sus propios ingresos», explica.

Como era un poco chocante que una occidental se plantara allí a hablar de menstruación y un método para evitar que las mujeres sean prisioneras de la regla, decidió estructurar su intervención en tres sesiones. Usa la risa como un lenguaje universal que se entiende en todos los idiomas, como una forma de llegar a la gente, de hacerles sentir bien, tranquilas, relajadas, que riéndonos... y así fue».

En la segunda sesión, ya la estaban esperando. «Trabajamos la autoconfianza con dinámicas que las hiciesen sentir que eran las mujeres más fuertes del mundo... y funcionó», añade. Fue un momento mágico cuando vio a las niñas, que habitualmente no muestran sus emociones, cómo, a través de la música y de las miradas, iban rompiendo esa capa de timidez.

Para hablar de las copas necesita su tiempo. Espera que en un mes, cuando tengan sus vacaciones, pueda abordar este tema. «Ellas insistían e insistían en que se lo enseñase ya, puesto que se iban a sus poblados y para ellas era muy incómodo. Acordamos hacerlo a la vuelta, puesto que hay que explicarles bien lo de la higiene y el buen uso», aunque vio que tenían «verdadera desesperación» por saber ya.

En Nepal, recuerda, la mayoría de las mujeres usan paños higiénicos como se hacía en España hace años. «Yo uso la copa desde al menos hace 12 años y no quiero imaginar tener que ponerme un paño.

Su trabajo con las mujeres ha llegado a las monjas budistas. Ha impartido una charla a un pequeño grupo aunque «de momento, son reticentes, tienen miedo a hacerse daño», explica. Los prejuicios de la educación y la cultura están muy presentes.

La leonesa quiere llegar a orfanatos, donde a los 16 años echan a la calle a las niñas y niños con todas las dificultades que conlleva buscarse la vida a esa edad. Pero sobre todo, su objetivo son las zonas rurales, donde aún tienen muchas menos oportunidades y donde aún hay sitios en los que pervive la tradición-castigo del Chhaupadi.

Los colegios, y a cualquier mujer a la que pueda hablar, como las del consulado español, que les comentó su propósito y enseguida se animaron a escuchar su charla y quisieron probar la copa menstrual.

El hospital de Kirtipur, donde trabaja su novio de terapeuta ocupacional, en la unidad de quemados también está en su radio de acción. «Hacen charlas informativas de vez en cuando, y quiero hablar de las copas». Para ello necesita más copas. «Vine con 50 unidades» y cuenta con otras 350 que le llevarán en noviembre. Mónica Morán se puso en contacto con Diario de León para conseguir más donantes. «Me he propuesto llamar a todas las puertas necesarias para conseguir más donaciones, aparte de mi círculo amistoso, y así poder comprar más copas», explica. Las personas interesadas pueden contactar a través de cimaveram@gmail.com.

ALGUNAS CLAVES

1- Ejercicio físico. La regla no debe ser necesariamente un obstáculo para hacer ejercicio. Depende de cómo lo viva cada mujer. Hay quienes sufren calambres o dolores sobre todo en los primeros días o simplemente no les apetece. En otros casos, la realización de actividad física moderada puede contribuir a reducir las molestias.

-2- Embarazo. La menstruación no es un pase libre para tener relaciones sexuales sin protección. Aunque la probabilidad es prácticamente nula, la mujer se puede quedar embarazada, especialmente en los últimos días, si el ciclo es corto y ovula de forma temprana. Además, el semen puede sobrevivir varios días en la vagina.

3- Relaciones sexuales durante la menstruación. Al margen de la confianza con la pareja o la comodidad que pueda producir el mantener relaciones sexuales durante un proceso natural y rutinario como es la regla, se pueden tener relaciones sexuales sin riesgo e inconveniente alguno.

4- Ducha e higiene. Algunas mujeres piensan que durante el tiempo que tienen la menstruación  no pueden ducharse o bañarse, pero no es correcto. Mientras que dura la regla, es importante mantener hábitos correctos de higiene, por eso ducharse es necesario y recomendable. El cuidado del cabello tampoco interfiere.

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