Diario de León

ANA MARÍA DOMÍNGUEZ BERROT | COORDINADORA DE trasplantes del CAULE

«Tuvimos un donante de hígado de 90 años y está funcionando»

Lugar: Club de Prensa Diario de León. C/ Gran Vía de San Marcos, 8 entrada por Fajeros.. A las 20.00 horas.. Veintiséis donantes, 76 órganos y 65 vidas. La donación de órganos protagoniza hoy las jornadas de Divulgación del Club de Prensa con la charla de la doctora Ana María Domínguez Berrot, coordinadora de Trasplantes del Hospital de León. .

Ana María Domínguez Berrot es la coordinadora de trasplantes del Hospital de León desde hace doce años. JESÚS F. SALVADORES

Ana María Domínguez Berrot es la coordinadora de trasplantes del Hospital de León desde hace doce años. JESÚS F. SALVADORES

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ana gaitero | león

El altruismo de 26 personas que el año pasado perdieron la vida en León logró salvar a 65 personas que recibieron sus órganos. La donación de órganos, que coordina en el Caule la intensivista Ana María Domínguez Berrot desde hace doce años con el protocolo de la ONT (Organización Nacional de Trasplantes), es el tema de la charla de hoy en el Club de Prensa a partir de las 20.00 horas. Una niña de 11 fue de las primeras en donar sus órganos en León. La noticia se publicaba el 18 de marzo de 1991. El año psado se donaron 76 órganos y 65 fueron implantados con éxito.

—¿Cómo empezó la donación de órganos?

—En 1965 se realiza en España el primer trasplante, muy poco después que en Estados Unidos. El sistema de donación con la estructura la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y León desde muy pronto tuvo coordinador de trasplantes.

—¿Cuál es la tendencia?

—La necesidad de órganos siempre existe porque hay listas de espera para trasplantes. Así que necesitamos más donantes, más órganos y más calidad en los órganos. En estos últimos años el aumento ha sido más lento pero sigue aumentando cada año. Cuando ya no es posible aumentar los donantes de muerte encefálica hay otras estrategias que dan resultados como la donación asistólica. En León hace diez años hacíamos 10-12-15 al año y ahora la media es de 28-30. Este año hemos incorporado la donación en asistolia en pacientes con daño cerebral irreversible pero sin muerte encefálica.

—¿Cómo se consigue?

— En estos casos se limitan las medidas de ventilación mecánica y el corazón se para de forma programada. Se programa al potencial donante con unas cánulas que sirven para sustituir la función del corazón hasta que se puede hacer la extracción. Implica más tecnología y protocolos más complejos pero los resultados son buenos.

—¿Cuál es la clave de este aumento de las donaciones: la tecnología y los avances de la medicina o la comunicación con las familias?

—Creo que todo. La medicina ha mejorado. Todos los eslabones desde que una persona tiene una hemorragia cerebral hasta que fallece han mejorado. Las familias y los medios de comunicación han sido claves. Ahora todos sabemos que nos puede tocar. Y la gente cada vez está más convencida de que lo hace es lo correcto. La población española es de las más solidarias del mundo. Tenemos las tasas más altas de donación.

—¿Y la leonesa?

—La leonesa también es muy solidaria como prueba que estamos en las tasas más bajas de negativas a la donación. Incluso he tenido pacientes que no podían ser donantes y querían hacerlo. En general, la zona norte y Castilla y León tiene esta tendencia. Hay mucha cultura de la donación. Al final, en medio del drama que supone perder a un familiar la frase que más escuchamos es: «Si le puede servir a alguien, adelante».

—¿Cuáles son las dudas que presentan las familias?

—Cada familia tiene una mentalidad diferente. Lo más difícil es cuando lo rechazan de forma visceral, aunque no hay muchos casos. El año pasado de 29 entevistas que realizamos se hicieron 26 donaciones. En general es algo que no gusta hablar. Al principio mucha gente tiene un shock. Hasta que asumen que es irreversible.

—¿Han tenido dificultades por cuestiones de creencias?

—Hay más dificultades con determinadas etnias, pero por religión no. En todas las grandes religiones está aceptada la donación. Tuvimos el caso de una japonesa que falleció en León mientras hacía un tour por Europa y tuvimos una larga conversación con su hijo. Al final aceptó. En el caso de la religión católica, a veces el capellán nos ha ayudado a que la familia entienda. Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI hicieron encíclicas a favor de la donación.

—¿En qué circunstancias fallecen las personas que pueden donar?

—Antes los accidentes de tráfico eran el 30-40% de los casos. Ahora ha bajado hasta el 4% porque hay menos accidentes debido al carné por puntos y otras medidas de tráfico. La causa principal son accidentes cerebro vasculares (ictus y hemorragias cerebrales) y traumatismos encefálicos en accidentes de trabajo o caídas, también por agresiones, un tiro. O personas que sufren una parada cardiaca y aunque se les reanima ya han sufrido un daño irreversible.

—¿Cuándo tiene que intervenir la policía, el juzgado, etc. hay tiempo para hacer la extracción?

—En casos de accidentes, agresiones, etc. hay que pedir autorización al juez. Examina y pide las pruebas que considere. Son ellos los que finalmente autorizan o no después de que tenemos la autorización de la familia. Por lo general son extraordinariamente colaboradores. Si hay algo que no se puede tocar, porque es una prueba, como nos ocurrió con un caso de violencia de género, se salvaguarda.

—¿Está todo milimetrado?

—Ese el mérito que tuvo Rafael Matesanz, el primer director de la ONT. Está todo bastante protocolizado y deja poco sitio a la improvisación. Está todo muy controlado y hay auditorías continuas, tanto intrahospitalarias como externas. Aquí me acaba de llegar el último certificado de calidad de Aenor.

—El altruismo es la seña del programa. Sin embargo, de vez en cuando salen casos sobre posible tráfico. ¿Hasta qué punto es seguro el sistema?

—El tráfico de órganos es un delito. Yo no puedo asegurar cien por cien que alguien pague por un órgano. Si esto se conoce hay que denunciarlo porque es delito. Pero en España es muy difícil porque en cada episodio de donación estamos implicadas muchas personas y saltarían todas las alarmas.

—¿Cuál es la edad media de las personas que donan?

—Depende de las comunidades. En Castilla y León la población está envejecida y la edad de nuestros donantes es mayor. En comunidades con población más joven los donantes son más jóvenes y también son de otro origen. En estos sitios se da mucha donación en asistolia de gente joven que sufre paradas cardiacas. La edad de los donantes está subiendo pero también sube la edad en que los órganos son válidos. Aquí tuvimos un donante de hígado de 90 años y está funcionando. Con los pulmones ya no hay el límite de 55 o 60 años de antes.

—¿Qué mensaje quiere trasladar hoy a la sociedad leonesa?

—El que lanzamos siempre desde la ONT, que estamos orgullos y agradecemos la generosidad de los familiares y las personas que en vida manifiestan su voluntad de ser donantes.

—¿De qué manera es indiscutible que alguien quiere ser donante si la familia se oponga?

—Cuando alguien quiere ser donante a toda costa debe hacer el documento de voluntades previas. Existe un registro nacional al que tenemos acceso todos los médicos. Nosotros de todas formas siempre contamos con la familia porque es un momento duro. Si no hay voluntades previas se les decimos que actúen siguiendo lo que su familiar.

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