«Hay que tener cabeza para decir no»

«Uno se mete pensando que sólo va a ganar, pero también se pierde», asegura Vicente, un jugador de apuestas deportivas leonés. Hace varios años que tiene cuenta abierta para apostar a las diferentes ligas de fútbol. «Al principio te calientas y lo metes a todo, pero hay que tener cabeza para decir no», asegura.

«Es mejor ir a lo seguro y ganar menos», sentencia. Hay cosas, como el póker, a las que nunca juega porque «lo más fácil es perder». Está convencido de que en su caso no es una adicción, «lo hago entretenimiento, porque estás más atento a los partidos, pero sobre todo lo hago por dinero», asegura.

Es un jugador on line desde casa. Ya hace tiempo que no va a las casas de apuestas para jugar. Empezó porque vio a algunos amigos «y se va picando uno». Ahora lleva apuntado todos los resultados en un papel y ha llegado a la conclusión de que el empate es la opción más segura. «De diez partidos que hay en la jornada de liga hay una media de dos o tres empates», comenta.

Pero no todo el mundo sabe decir no. Tampoco es fácil que la gente adicta al juego reconozca que tiene un problema. El Plan Regional de Drogas incorporó la adicción al juego como una de las modalidades de las dependencias tras la aprobación de una proposición no de ley en las Cortes autonómicas. Izquierda Unida ha denunciado que pese a este reconocmiento no se han tomado medidas.