Diario de León

COTO ESCOLAR

Una joya rural en medio de un barrio urbano

Aprenden a respetar el medio ambiente durante sus vacaciones. 1.300 menores disfrutan este verano de las actividades en el Coto Escolar, una joya rural en medio de un barrio urbano. Ejercicio físico, manualidades, actividades deportivas, juegos tradicionales y astronomía, todo durante una semana de convivencia entre menores de diferentes edades

Los animales son el gran atractivo para los niños que van al Coto Escolar.

Los animales son el gran atractivo para los niños que van al Coto Escolar.

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LORENA PEÑA | LEÓN
León

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León tiene una gran joya en la periferia de la ciudad tanto para los niños como para las familias.

El Coto Escolar es un espacio libre en plena naturaleza en el que los menores campan a sus anchas a la vez que disfrutan de las actividades que los monitores del centro tienen preparadas especialmente para ellos.

Para los pequeños es sin duda alguna un lugar destinado a la diversión en donde montan a caballo, hacen manualidades, ven las estrellas en el observatorio astronómico, se bañan en la piscina, montan en kayak, aprender a reciclar y a reutilizar, cantan, juegan...

Las familias, por su parte, conciben la labor del Coto Escolar como una posibilidad de ceder a sus hijos a otras personas durante su jornada laboral o, incluso, unas vacaciones para sus hijos en reconciliación con la naturaleza sin la necesidad de salir de León; ya que el centro se encuentra a 14 minutos en coche del corazón de la ciudad.

El tiempo en el que los niños y niñas permanecen en el campamento es de una semana. La organización facilita a los participantes dos opciones de permanecer en el coto, una durante todo el día, incluida la noche, y otros solo con actividades diurnas, y se marchan a las cinco de la tarde.

La directora del Coto Escolar, María Teresa Santamarta, afirma que la demanda de las plazas veraniegas es altísima. «El 1 de junio en cuanto abrimos el plazo de inscripción se forman unas colas muy largas». Suele haber lista de espera porque las plazas son limitadas.

Según la directora, la semana pasada hubo 30 niños que no tuvieron plaza para el turno del 1 al 5 de julio. Actualmente solo queda alguna vacante para la agosto.

Para Santamarta el Coto Escolar ofrece a las familias la ventaja de dejar a sus hijos e hijas en la naturaleza sin ningún riesgo «es como que les dejan en el pueblo sin peligro por ninguna parte y, a la vez, están en casa porque incluso los niños que pernoctan, cualquier problema que tengan, por muy pequeño que sea, podemos llamar a sus padres y en nada están aquí», dice.

Cada verano pasan por las instalaciones del Coto Escolar alrededor de 1.300 niños y niñas durante las vacaciones escolares.

En palabras de Santamarta, «hoy por hoy, conviven alrededor de 145 niños y niñas en las instalaciones del campamento». Entre ellos se encuentra un grupo de 80 u 85 menores que pernoctan de lunes a viernes y cuyas edades van desde los 7 años hasta los 14.

Otro grupo, designado pequecoto, que ronda los 45 niños y niñas de edades comprendidas entre los 5 y los 9 años, acuden de lunes a viernes entre las 7.45 horas de la mañana y las 15.30 horas. Los menores están toda la mañana con actividades y disfrutando de la piscina hasta que llega la hora de comer, comen y se van para casa.

Por último, un grupo de menores de necesidades especiales que abarca hasta adolescentes de 20 años.

«Tanto los niños y niñas de pequecoto como los chicos y chicas de necesidades especiales conviven de manera conjunta y comparten actividades. Se trata de un campamento inclusivo en el que los dos grupos se unen en determinadas ocasiones, como en la piscina, para jugar juntos», dice la directora.

El Coto escolar colabora con las asociaciones de personas con necesidades especiales como Amidown, Aspain o el AMPA del Colegio Sagrado Corazón de Jesús para lograr que los menores con dificultades pasen un verano muy divertido al tiempo que se integran con otros chicos y chicas de su edad.

El Ayuntamiento de León también quiere participar en las vacaciones de este colectivo ofreciéndoles una tarifa reducida para participar en el campamento del Coto Escolar.

Todos los menores pagan una parte reducida por las actividades que ofrece el centro ya que el campamento estival está subvencionado por el Ayuntamiento de León. En el caso de los menores con discapacidad o necesidades especiales «pagan mucho menos ya que se entiende que estos padres tienen más problemas a la hora de meter a los niños en las diferentes actividades», defiende la directora.

Las instalaciones están totalmente equipadas y adaptadas y los monitores completamente formados para incluir a estos niños en las actividades del lugar.

Actividades de verano en el Coto escolar de León. JESÚS F. SALVADORES

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