Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

l adjetivo constitucionalista surgió para designar a quien aceptaba intervenir en el juego político con arreglo a las reglas consensuadas en la Constitución, en lugar de tomar atajos de sesgo unilateral o incluso violentos. Era por tanto una etiqueta que representaba moderación, civilidad y racionalidad: lo que vienen a expresar unas normas que se derivan de la aceptación común, frente a las aventuras mesiánicas o fanáticas de quienes creen tener un proyecto mejor que el que sus conciudadanos, con no poco esfuerzo, han logrado conformar y convenir. Por su propia naturaleza, el adjetivo era susceptible de ser aplicado a una amplia proporción de la población, nítidamente mayoritaria y confrontada a las minorías más o menos exaltadas que proponían echarse al monte y desbaratar lo acordado. Para quienes de un tiempo a esta parte se dicen una y otra vez constitucionalistas, y sólo admiten en el club a quienes se sacan fotos en Colón, los demás son poco menos que agentes de la anti-España, cuando la mayoría de ellos aceptan y acatan una Constitución que pueden querer reformar, pero jamás ignorando las provisiones que en su propio texto se contienen a tal fin. Lo que no es constitucional -ni constitucionalista, por más que se trate de patrimonializar la palabra- es empeñarse en imponerle, a quien manifiesta por cauces legales su legítima aspiración de actualizarla, una norma fundamental congelada e inamovible, amén de soslayar todas aquellas prescripciones constitucionales que no armonizan cómodamente con la propia ideología.

Permítasenos a quienes no comulgamos con sus objetivos, y menos aún con su división burda y estéril entre buenos y malos españoles, entender que cuando dicen ‘constitucionalistas’ ya no están diciendo nada, o nada más que una convencional alusión a los suyos. Una etiqueta que no da timbre alguno de razón u honra a los beneficiarios, del mismo modo que no puede sentirse como desdoro quedar fuera de dicha categoría, tal y como sus actuales administradores la estipulan y adjudican. Y, si lo tienen a bien, pasen a otra cosa e intenten de veras decir algo.

tracking