Sorprendentes hallazgos narrativos

nicolás miñambres

Autor de una variada y extensa obra literaria, científica y creativa, Antonio Martínez Llamas nos sorprende con una treintena de excelentes relatos, que llaman la atención por el título del libro: todas las historias se componen de 999 palabras, con una advertencia: «Las historias no necesitan demasiadas páginas para tomar su propia vida», algo que se comprueba con precisión en la mayoría de los relatos acompañados de de una clara súplica, «Tratad de comprenderme». El primer relato se cierra con una expresión conversacional en cursiva, sin sentido… aparentemente: «Bésame donde quieras, te amo». La progresiva lectura indicará el tema en varios momentos de la lectura. No es fácil la elección de las mejores creaciones, pero no pueden pasarse por alto varias de ellas, como ocurre con las del ambiente médico, evocado de forma muy original e inesperada. O la homosexualidad evocada como ocurre en «Nuestro dedos ya no se tocan», una de las narraciones mejores de la obra. Y «8 patitas», con un sorprendente tratamiento del afecto hacia los insectos. O el juego cinematográfico e irreal de «Fila 8 butaca 12».No falta alguna irónica alusión al arte moderno en «Body painting». Incluso, un deporte tan poco delicado como el fútbol, se presenta como pretexto para aludir al extraño misterio del trasplante de órganos. Presente está asimismo la belleza misteriosa y cosmopolita de «La mujer del piano» localizada en ambientes portugueses. O «Ensayamos a las doce», portavoz de las extrañas turbulencias matrimoniales, anticipadas en el comienzo del cuento y solucionadas al final de forma extraña e inesperada. Y la imaginación respecto a los humanos tratada en «Cuando terminaba mi café». La obra se cierra con el extraño desenlace que ofrece el relato «Sin un fusil máuser».

La lectura de estas páginas demuestra cómo es posible el atractivo literario y humano disperso en unos temas básicos: la vejez, la muerte, la enfermedad y…el amor.