Diario de León
DF16P6F6-21-52-34-9.jpg

DF16P6F6-21-52-34-9.jpg

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

En:

nicolás miñambres

El corpus de apoyo a la edición, de casi cincuenta páginas, da una idea del valor de los aspectos analizados en la obra: el mundo del libro, una apasionante visión desde Alejandría. La paradoja del título es un anticipo: el mundo del infinito se refleja en la delicadeza de un junco.

Antes de la lectura hay recurrir al pasado y al presente, soporte editorial éste. He ahí el objetivo: recuperar el pasado de sus momentos históricos. Y sobre todo los de las páginas 358-60, discutibles para el lector. Léanse los títulos esenciales de la historia del libro, en Alejandría y en Roma, sin excluir la época actual: se insiste desde la mirada actual, observable en nombres de autores lejanos y recientes.

Se comprueba que el libro es uno de los objetos polimórficos del mundo, con adherencias humanas, culturales y sociológicas, insistiendo en la forma de ser de la escritora. Por ello se puede afirmar que ella, al revisar sus páginas, está revisando el hálito humano, una cosmogonía personal, observable en la bibliografía. Y hay que pensar en el aspecto doble: rigurosos datos objetivos de la historia y múltiples detalles humanos, casi maternales. Cuesta trabajo asimilar las aportaciones, aunque se ofrezcan casi poéticamente en el apartado 41, Canon, historia de un junco. «Esta historia empieza en los cañaverales de un río que espejea bajo el sol, en latitudes orientales casi desnudas de arbolado».

Es imposible comprobar con textos precisos los misterios de la obra, pero queda flotando una idea: «Es una gran paradoja: provenimos de un mundo perdido al que solo podemos asomarnos cuando desaparece. Nuestra imagen de la oralidad procede de los libros» Y se advierte con cierto misterio: «conocemos las palabras aladas a través de su contrario, las palabras inmóviles de la escritura». He ahí el misterio admirable de la obra, su sentido estético.

tracking