El Camino más incierto

Ha pasado una década desde el último Jacobeo. La tradición establece que cuando cae en domingo la festividad de Santiago Apóstol, que se celebra cada 25 de julio, tiene lugar el llamado Año Santo Compostelano. Esto genera una serie de ciclos que complican aún más los años bisiestos. En cada siglo sólo hay 16 Jacobeos y se suceden con una cadencia casi regular de 6-5-6-11 años.

Ahora ha tocado el ciclo más largo posible. Desde el lejano 2010 no se ha vuelto a abrir la Puerta del Perdón de la Catedral de Santiago de Compostela. Eso sí, el Camino ha seguido en marcha aunque en los últimos tiempos ha sufrido uno de los parones más singulares de su milenaria historia como consecuencia de la pandemia del Covid-19.

El Jacobeo sabe mucho de confinamientos, de pestes y de plagas, que han complicado en ocasiones el tránsito hacia Santiago por unos ramales que se extienden por toda Europa. El camino hacia Compostela es uno de los tres grandes hitos del peregrinaje del mundo cristiano, junto a Roma y Jerusalén. En las últimas décadas ha alcanzado un desarrollo sin precedentes. Y no sólo en el conocido como Camino Francés, el ramal que es algo así como la principal arteria del peregrinaje hacia Galicia.

Ese auge de la Ruta Jacobea, que ha alcanzado un singular éxito en lugares tan especiales como el Lejano Oriente, ha llenado de extranjeros un Camino que cada vez es más un fenómeno que agrupa todo tipo de sensibilidades y de vivencias. Desde siempre ha generado notables aportaciones para la historia o la cultura, como la extensión del Romántico, que se asocia directamente con esa especie de Vía Láctea que reproduce sobre el suelo el ramal fundamental de peregrinación. Los reconocimientos son notables y algunos muy llamativos, como la declaración de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad para todo el conjunto, o de la Unión Europea, que lo consideró como Primer Itinerario Cultural del continente.

El Camino de Santiago permanece en un insólito silencio. Nunca tuvo tantas señales, ni tantos albergues, ni tantos servicios. Y tampoco un vacío tan grande en esta época del año en la que normalmente se anima, antes de vivir los días de mayor auge en las vísperas del Apóstol, ese 25 de julio que llena Santiago.

Ahora en 2021 toca Jacobeo. Han pasado esos once años en los que ya no sólo la Xunta de Galicia se afana en los preparativos. Los diferentes territorios que cuentan con ramales habían trabajado como nunca para mejorar y promocionar con mayor difusión el Camino hacia Santiago. Pero todo se ha llenado de incertidumbres. Las expectativas eran inmejorables pero las dudas sanitarias y legales ponen en cuestión cuál será la realidad que se vivirá en el Camino de Santiago.

Los albergues permanecen cerrados en España desde que se decretó el estado de alarma a medios de marzo. En las próximas semanas podrían retomar la actividad aunque condicionados por las diferentes fases establecidas según los territorios. Castilla y León —con la excepción del Bierzo— avanza con retraso con respecto a Galicia o Navarra. Y son precisamente las provincias de Burgos, Palencia y León las que acumulan más territorios del camino, y de manera especial esta última, la que tiene más kilómetros desde la entrada por la comarca de Sahagún hasta la salida para alcanzar la cima del Cebrero, ya en la comunidad vecina.

Caminos vacíos

De momento el verano será complicado en el Camino. Durante los últimos años son incontables los leoneses que han realizado inversiones para ofrecer servicios de alojamiento, hostelería o transporte para los peregrinos. Los datos que se prevén no son alentadores. En España existe mucha confianza sobre la vuelta del turismo nacional y eso quizá anime un poco las rutas hacia Compostela. Pero en todo caso será insuficiente por las dudas sobre qué ocurrirá con los extranjeros. En los balances de los últimos años, ya son más las personas procedentes de otros países que consiguen la Compostela en la ciudad gallega por haber completado esos mínimos de kilómetros de Camino que se exigen en función de si se realiza a pie, a caballo o en bicicleta.

La evolución de la pandemia del Covid-19 será determinante sobre lo que ocurrirá en las próximas semanas para la recuperación del Camino de Santiago, pero más si cabe para ese 2021 que era tan esperanzador.

A nivel estatal, autonómico, provincial y municipal se trabajaba como nunca para el que se preveía como el Año Jacobeo más espectacular de la historia. Pero el Camino parece que tendrá que reinventarse, como ya le ha ocurrido tantas veces.

De momento la Xunta gallega ya se ha puesto manos a la obra. Prepara una potente campaña de promoción internacional que pondrá en marcha en colaboración con Google para contrarrestar los efectos negativos de la crisis del conoravirus. Se trataba de elaborar un área de contenidos que se difundirá a través de Google Arts&Culture, el considerado como el plan cultural más emblemático de la multinacional estadounidense. El proyecto prevé que se habiliten exposiciones interactivas, que se digitalicen a gran escala diversos tramos del Camino y de una selección de sus principales monumentos y bienes de interés cultural con la tecnología Street View.