Diario de León

Sin techo

Quince personas pasan la pandemia en la calle en León

Calor y Café se prepara para abrir el 15 de junio Una veintena de transeúntes siguen en el pabellón San Esteban Cruz Roja mantuvo sus rutas nocturnas

León

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Calor y Café se prepara para reabrir sus instalaciones el 15 de junio. Todos los recursos del a Sociedad San Vidente de Paúl, han permanecido activos adaptados a la situación excepcional por la pandemia. El centro de acogida nocturna destinado a personas sin hogar y sin recursos, acondiciona las instalaciones situadas en la calle San Pedro para acoger de nuevo a los usuarios habituales del servicio, que pasan la cuarentena en el pabellón San Esteban, un servicio habilitado por el Ayuntamiento con la contratación de nueve trabajadores y personal voluntario par la atención inicial de 46 usuarios, En la actualida permanecen una veintena. El recurso cerrará en los próximos días y las asociaciones y entidades que trabajan habitualmente con las personas en riesgo de exclusión se preparan para recuperar la actividad a la mitad de su capacidad, para ajustarse a las normas para evitar contagios.

Calor y Café implanta protocolos de higiene, separación física, desinfección y reducción de aforo. El centro, que cuenta con veinte camas, abre con la mitad de la plazas y seleccionará a los usuarios que acuden al centro en función de su necesidad. «Parte de nuestro trabajo consiste en conocer la realidad social y económica de las personas que acuden a este recurso. El Ayuntamiento también ha hecho una buena labor durante el confinamiento en el pabellón San Esteban, con un estudio muy detallado de las necesidades de cada usuario», asegura Josefina Herrero, directora de la obra social. En Calor y Café durmieron 211 usuarios diferentes en 2019, 19 mujeres, con 4.158 estancias.

Protocolo de higiene

El protocolo no solo afecta a los usuarios del centro. El servicio se abre con el refuerzo de un trabajador por lo que la atención nocturna estará a cargo de dos personas con los equipos de protección, geles y materia desinfectante para las camas y la ropa de los usuarios. «Atendemos a personas especialmente vulnerables por su situación social y sanitaria».

La unidad de emergencia social de Cruz Roja siguió su labor nocturna también en la calle. Durante el confinamiento obligatorio quince personas durmieron en la calle, según datos de Cruz Roja, a los que se atendió. «Además de la entrega de café y algo de comer, incorporamos a nuestra labor la información sanitaria, se ha hecho entrega de folletos con medidas de higiene y se les ha entregado termómetros, gel hidroalcohólico y mascarillas, para que pudiesen controlar su salud a las personas sin hogar que han permanecido en la calle», explican desde Cruz Roja. También se incrementó la entrega de alimentos. «En las oficinas se ha trabajado con ellos durante toda la pandemia con las medidas de higiene necesarias cuando solicitaban y se ha incrementado la mediación y la orientación». El centro de higiene de Cruz Roja no ha cerrado sus instalaciones con las medidas de higiene y desinfección.

Asociación Leonesa de Caridad

El comedor social de la Asociación Leonesa de Caridad cerró sus instalaciones los pocos días de la pandemia, pero mantiene la entrega de menús a casi un centenar de usuarios, a los que se reparte desayuno, comida y cena en fiambreras y bolsas para su consumo fuera del centro. El comedor, atendido por las Hermanas de la Caridad y personal voluntario tuvo que cerrar y no tiene aún fecha de apertura. «Una de las monjas, con más de 90 años, murió, también estuvieron contagiadas una cocinera, una voluntaria, una monja y una mujer del centro dee acogida, que ya están bien. Al principio asumimos el lavado de ropa de los transeúntes pero tuvimos que dejarlo. Nuestro personal voluntario es mayor y asumían muchos riesgos», asegura el director, Félix Llorente. «El cátering del Ayuntamiento de León nos sirvió las comidas que repartirmos en abril y mayo cuando cerramos el comedor. Desde la iniciativa particular nos ha llegado la colaboración de Eduardo Redondo, de la empresa de alimentación para la hostelería Manducarte , quien, con un grupo de proveedores, clientes restauradores y amigos, ha programado para seis fines de semana consecutivos, la entrega altruista de comida elaborada por ellos mismos desde la cocina del Colegio Peñacorada».

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