Subir por una galería de arte

Es más que una obra de arte, un emblema. La escalera de San Marcos se mantiene inalterable desde hace cinco siglos. Ha bastado una intervención estrictamente decorativa para darle todo su esplendor. Desde el cambio de alfombras, azul índigo, de la India, con la vieja cruz de Santiago grabada, hasta el brillo del pan de oro con que han sido restaurados los espejos, todo menos los cristales, que se conservan también como eran, de los bargueños a las lámparas, de la supresión y traslado de la recepción al color del mobiliario. Y, sobre todo, las pinturas. La escalinata renacentista es ahora una pequeña pinacoteca de pintura flamenca. Conserva los retratos de Isabel y Fernando. Porque también en arte, tanto monta, monta tanto.

ARCHIVO HISTÓRICO DIARIO DE LEÓN

JESÚS F. SALVADORES

JESÚS F. SALVADORES

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