Bodas y memorias

Con la boda de Claudia Schiffer, y van tropecientas, vuelve a conseguirse que las revistas que laten se adelanten. No hay manera de que salgan en su día por lo que Guzmán y yo hemos decidido que ellas pueden salir cuando quieran, pero el latido publicado seguirá saliendo el viernes que es, además, el día de Venus, la del amor. Pues bien, la boda de Claudia fue exclusiva y además hay excluvia de la boda en la revista que saluda. La cosa debió de ser bonita en su lugar de origen, pero teniendo en cuenta que fue el mismo día de Eurovisión-celebreision y un día después de la boda de Marta Luisa, llega con tanto retraso que si no están a punto del divorcio, será casualidad, pues ya lo dice motorines: «esto del matrimonio al principio está muy bien, pero en cuanto sales de la iglesia...». Con unas fotos horribles, la divina modelo se nos presenta enfundada en un clasico traje de encaje, nada de moderneces, con velo, cola y ramo de alhelíes. Sin joyas, sólo una corona de sencillas margaritas, Claudia dio el sí a Matías (Matthew Vaughn) y un disgusto a sus admiradores. Después, en el banquete hubo hasta menú vegetariano, sin anchoas. En la misma portada y en las páginas de las revistas siguientas hay otra boda de ringorrango de una princesa francesa en un pueblo sevillano que está camino del Rocío. Asistentes: princesas de alto nivel, condesas nacionales y extranjeras, los Reyes de España y sobre todo el soltero príncipe Felipe al que, parece ser, le ha salido otra novia en estas campiñas andaluzas, serial que seguiremos con toda probabilidad en las próximas semanas. Y de bodas a memorias como dice también la revista que saluda, o boletín oficial, de lo que se cuece entre el famoseo más famoso del mundo mundial. Y para memorias, las de África como ha escrito Romina Power tras pasar diez días de vacaciones en Zanzíbar. Creo que se quedó impresionada por los murmullos de la selva donde, dice ella, «se puede escuchar volar a los murciélagos gigantes, oir sonidos de animales desconocidos», amén de ver miles de lucecitas en la jungla. Todo muy romántico y creativo lo que dará pie a un buen libro de los que tanto se llevan de biografías, autobiografías y memorias varias, y como ejemplo las de Pitita Ridruejo que van ya por la tercera edición. Interesante. Y una vez dicho esto, poco queda interesante, si excluimos la gran noticia de que los Agag-Aznar ya tienen una lista en su boda y la abuela paterna de la niña ha dicho que ya le ha visto el traje que va a llevar de novia. O que Marie-Chantal, la esposa millonaria del príncipe Pablo de Grecia, dice que quiere vivir en Londres para estar más cerca de Atenas o que los operados del triunfo siguen saliendo en las revistas como algo inevitables, como el hado o destino de las tragedias griegas o como hablar del Cid si vas a Burgos o ver el Sil si vas a Ponferrada a tomar vino del Bierzo con botillo o con pimientos. Ahora es Bisbal, por cumpleaños. Cualquier cosa vale con tal de darnos la paliza. Menos mal que vienen las fiestas de Sahagún, que queda cecina en ca Nardi y que voy a ir a Gordoncillo a beber vino que si no, le hablaba a Guzmán de su puñal y de lo que podría hacer con él por ser estatua. Birguerías, sí, pero sin playa.