Diario de León

Veinte años después de la muerte de la princesa de Mónaco, vuelve el rumor de que conducía su hija Estefanía pese a no tener permiso

El misterio de Grace

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Fernando Iturribarría - PARÍS.
León

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El 13 de septiembre de 1982, a las 9.54 horas, la princesa Grace de Mónaco se precipitó con su coche por un barranco del puerto de la Turbie, en los alrededores de Niza (Costa Azul). La esposa de Rainiero falleció al día siguiente víctima de una hemorragia interna en el hospital monegasco que hoy lleva su nombre. Veinte años después vuelve a resurgir el rumor de que el Rover 3500 era conducido por su hija Estefanía, que tenía 17 años y carecía de permiso. El capitán de la Gendarmería gala Roger William Bencze dirigió la investigación del accidente. En la actualidad coronel destinado en Miami como oficial de enlace, acaba de romper su silencio en La saga Mónaco, un libro del escritor y periodista Bernard Violet (editorial Flammarion). «Es difícil afirmar que Grace o Estefanía iba al volante. Nada lo prueba», expone al admitir por primera vez la existencia de una «duda razonable» sobre la identidad de la conductora. El gendarme Frédéric Mouniama declaró entonces en atestado que vio pasar el coche por el pueblo de La Turbie a las 9.45 horas y que reconoció a Grace Kelly al volante. Pero el camionero Yves Phily, testigo presencial del accidente, observó que los cristales del Rover estaban ahumados y «me era imposible reconocer las sombras». Además Sesto Lecquio, la primera persona que acudió en auxilio de las víctimas, aseguró que Estefanía, lesionada en las cervicales, salió del vehículo por la puerta izquierda delantera, la del conductor. El coche, que cayó desde una altura de 40 metros, tenía el lado delantero derecho aplastado mientras el izquierdo estaba intacto. Las pasajeras no llevaban abrochados los cinturones de seguridad. El coronel Bencze expresó ayer la íntima convicción de que era Grace quien conducía. Su reconstrucción cronológica deja apenas un minuto para un improbable intercambio de plazas cuando la madre sufrió la rotura de aneurisma diagnosticada en su día por los médicos.

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