Un test que predice el dolor de cuello
Jesús Seco, del Ibiomed, participa en una investigación que permite desarrollar una aplicación que automatiza el pronóstico
carmen tapia
LEÓN
El Ibiomed de León ha participado en una investigación sobre el dolor de cuello cuyo resultado ha permitido desarrollar una aplicación informática que automatiza el cálculo del pronóstico individual de cada paciente y permite anticipar cómo se modificará su evolución en función del tratamiento que se aplique en cada caso concreto. La aplicación está disponible en www.pronosticodolorcervical.es, y es de uso libre y gratuito. En la investigación, en la que se ha analizado la evolución de 3.001 pacientes con dolor de cuello atendidos en la práctica clínica habitual de once comunidades autónomas, participa el profesor titular de la Universidad de León, Jesús Seco, del Instituto de Biomedicina de Castilla y León (Ibiomed), investigador de la Red Española de Investigadores en Dolencias de Espalda (Reide) e investigador invitado de la Universidad del País Vasco.
El usuario, ya sea médico, fisioterapeuta o paciente, sólo tiene que introducir los datos solicitados para que la aplicación le muestre la probabilidad de que en un plazo de tres meses el dolor del cuello, el eventual dolor irradiado al brazo y el grado de discapacidad, hayan mejorado significativamente o hayan desaparecido. «Modificar los datos (por ejemplo, relativos al tratamiento que se plantea), también permite cuantificar el impacto que tendrá el tratamiento en cuestión en la probabilidad de mejoría en su caso concreto», explica el investigador del Ibiomed, Jesús Seco.
El dolor de cuello se refiere a uno o ambos miembros superiores (el paciente lo refiere como dolor de brazo). En todo el mundo, la prevalencia de este dolor es del 4,9% y es una de las cinco condiciones de dolor crónico principales en términos de prevalencia y años perdidos por discapacidad. «La mayoría de los episodios agudos de dolor de cuello mejoran espontáneamente, pero más del 30% de los pacientes muestran algunos síntomas persistentes o recurrentes un año después. La identificación temprana de los pacientes con mayor riesgo de que el dolor se vuelva crónico ayudaría a seleccionar aquellos en los que vale la pena considerar tratamientos más agresivos».
El desarrollo de reglas de predicción del dolor se recomienda como una prioridad de investigación. «Desafortunadamente, muchas de las reglas de predicción existentes derivan de estudios con muestras pequeñas o de nuevos análisis de datos recopilados en estudios experimentales, que pueden producir resultados o que difieren de los de la práctica habitual». La amplia muestra de pacientes analizados por la investigación del Ibiomed permite registrar datos implementados en la práctica habitual que podrían ser útiles para desarrollar reglas de predicción que tengan en cuenta las características personales y clínicas de cada paciente, incluidos los tratamientos recibidos. «Los registros deberían incluir prácticamente a todos los pacientes, recopilar datos válidos, fiables y clínicamente relevantes, y garantizar que las pérdidas durante el seguimiento se mantengan al mínimo. Sin embargo, se han expresado ciertos recelos con respecto a la viabilidad de estos requisitos en la práctica clínica habitual. En nuestro estudio, identificamos los factores que permiten predecir la evolución del dolor cervical, permitiendo además calcular la probabilidad de mejoría individual de cada paciente según sus características personales (demográficas, sociales, clínicas y radiológicas) y el tratamiento que se le aplique. Es el estudio más amplio realizado en el mundo en este campo y el único basado en datos de pacientes atendidos en la práctica clínica habitual, y no en un ámbito experimental», destaca Seco.
El análisis que han realizado se ha centrado en el cálculo de la probabilidad de que, tres meses después de ser atendido por dolor cervical, hayan mejorado significativamente o desaparecido los tres aspectos más importantes de esta dolencia, como la intensidad del dolor del cuello, la intensidad del eventual dolor irradiado al brazo, y el grado de restricción que conllevan en las actividades cotidianas. «El modelo de regresión logística multivariable mostró que los factores que, en primera consulta, predijeron una mejora clínicamente relevante en el dolor de cuello tres meses después, fueron, de mayor a menor frecuencia, en la validación de nuestra herramienta fueron: ser tratado mediante neurorreflejoterapia; cronicidad del dolor (mayor o igual a 90 días); e intensidad inicial del dolor en el brazo, medido mediante escala analógico-visual (EVA)».
Los factores
Los factores que predecían una mejoría clínicamente relevante en el ‘dolor referido a lo largo del brazo’ tres meses después fueron: ser tratado con neurorreflejoterapia, el dolor en el brazo es más intenso, el dolor es agudo (lo contrario de crónico), no muestra signos de degeneración del disco en las imágenes, el dolor de cuello es menos severo, y sufre de dolor inespecífico.
El estudio no incluye el valor pronóstico de que los pacientes sean tratados en diferentes servicios ya que son atendidos primero por un médico de Atención Primaria y deriva a los pacientes, si lo necesitan, a servicios especializados. Tampoco registra ninguna variable psicológica que pueda influir en el pronóstico del dolor de columna «que se han evaluado en el contexto cultural español como las creencias de evitación del miedo y el catastrofismo, y su influencia ha demostrado ser clínicamente irrelevante o nula. No obstante, se sabe que el dolor es una experiencia sensorial y emocional que puede verse afectada por factores psicológicos. Por lo tanto, las variables psicológicas deben agregarse a este registro tan pronto como futuras investigaciones identifiquen aquellas con valor pronóstico sobre el dolor de cuello en este contexto».