LA VICTORIA DE SHAKIRA
No sólo se irá a vivir a Miami con sus dos hijos, también se ha convertido en la imagen de Burberry. En plena disputa de divorcio con el futbolista Piqué, la diva de la canción se viste de amor y lujo para la icónica marca de moda y se mete dentro de un vestido crema transparente, decorado con pedrería y frases, y un body strapless. En su mano, un anillo con la palabra ‘Love’
Después de meses con continuas reuniones y de una última jornada de negociación que duró doce horas, los abogados de Shakira y Gerard Piqué lograron llegar a un acuerdo. Una frase pronunciada por el futbolista durante su despedida del Camp Nou parecía apuntar cuál sería el desenlace: «A veces amar es dejar marchar». Aunque se interpretó en clave deportiva, no faltaron las voces que señalaban que podía referirse al deseo de la colombiana de regresar a Miami con sus dos hijos, algo que se hará realidad el próximo año.
Milan y Sasha, los hijos de la pareja, no terminarán el curso en Barcelona ya que, aunque no se ha concretado la fecha definitiva, se mudarán con su madre a Miami después de la Navidad. Parece que la expectación despertada en torno a la separación de sus padres habría jugado a favor de su marcha al otro lado del Atlántico ya que allí los niños podrán vivir una vida más anónima.
Aunque Piqué habría preferido tener a sus hijos más cerca, su retirada del fútbol en activo le permitirá tener más tiempo para verlos. Podrá visitarlos siempre que quiera y los gastos de estos viajes se sufragarán desde una cuenta en común con la cantante.
Desde el entorno de la cantante explican que la razón de la mudanza es el bienestar de los menores y la carrera de Shakira. Los tres empezarán una nueva vida en Miami, donde se trasladarán junto a los padres de la artista, que actualmente viven con ella en Barcelona. Durante los últimos meses, Shakira ha estado muy pendiente de su padre ya que está pasando por momentos complicados de salud que le han llevado a estar ingresado en varias ocasiones.
En Florida les espera una exclusiva mansión en North Bay Road Drive, uno de los distritos más exclusivos de Miami Beach donde viven otras estrellas de la música como Jennifer López. Con 750 metros cuadrados, cuenta con seis dormitorios, siete baños, gimnasio, piscina y muelle privado desde el que salir a navegar con total privacidad.
La intérprete de ‘Monotonía’ compró la villa en 2001 por tres millones de euros y aunque quiso venderla en 2018, finalmente parece que esa será su nueva residencia, valorada ahora en diez millones.