El niño que pudo cambiar la historia

josé antonio guerrero

El libro Historia de la Segunda Mundial revela los episodios más desconocidos de una contienda que tuvo en sus manos un chaval de 15 años Un niño italiano, Anteo Zamboni, tuvo en sus manos evitar la II Guerra Mundial, pero falló el disparo dirigido al Duce y el error le costó muy caro... a él y a la humanidad. Algunos años después, ya en pleno fragor de la contienda, una orquesta famélica, sin apenas fuerzas para sostener los instrumentos, interpretaba una sinfonía del maestro Shostakóvich en pleno asedio nazi a Leningrado. Aquella música de hombres y mujeres derrotados por el hambre se convirtió en la ‘artillería sinfónica’ para superar el brutal cerco a la ciudad soviética.

Estas y otras historias como el desaforado apetito sexual de Mussolini o los extraños gustos carnales de Hitler forman parte de Historia de la Segunda Guerra Mundial (Penguin), una trabajada obra de divulgación escrita «sin mitos ni tópicos» por los periodistas Manuel P. Villatoro e Israel Viana. A lo largo de 70 capítulos que se leen de un tirón, los autores nos aproximan a episodios sorprendentes, y casi siempre desconocidos, de una guerra que se ha contado de mil maneras, pero nunca como ésta. A modo de reportaje, cada episodio lleva un título sugerente que invita a indagar en la historia.

En la brutal represalia contra Anteo Zamboni, el niño que casi asesina a Mussolini, cuentan cómo tras el fallido disparo una horda de fascistas indignados se abalanzó sobre él para molerlo a golpes. Cuando se retiraron, el cuerpo del chico, que tenía 15 años, presentaba 14 puñaladas, un balazo y señales de estrangulamiento. Apunta Israel Viana que aquel intento de magnicidio, ocurrido en noviembre de 1926, podría haber evitado lo que luego fue el peor borrón de la historia. «Si el Duce hubiera muerto, su joven seguidor alemán, Hitler, no habría encontrado la inspiración necesaria para seguir adelante, acceder al poder, crear el Tercer Reich y, por lo tanto, invadir Polonia y comenzar la guerra más devastadora».