Diario de León

La 'Roja' que llega a todos los pueblos de León

Cruz Roja renovó este miércoles sus presidencias comarcales que, junto a las más de 1.700 personas voluntarias y personal, son el bastón de los mayores del medio rural para ir al médico, la compañía en la soledad de los pueblos y el alimento en la pobreza

Los presidentes comarcales con el nuevo responsable provincial de Cruz Roja, Daniel Hernández, y la coordinadora, Marta Cuesta. FERNANDO OTERO

Los presidentes comarcales con el nuevo responsable provincial de Cruz Roja, Daniel Hernández, y la coordinadora, Marta Cuesta. FERNANDO OTERO

León

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La Cruz Roja es el equipo que conocen en todos los pueblos de León gracias a los brazos de sus 15 asambleas comarcales. La única liga en la que compiten es  la  de la solidaridad y la copa que enarbolan es un paraguas que resguarda a los más vulnerables de las goteras socioeconómicas.

Este miércoles culminó en León el proceso de renovación de este equipo que está en la base de la organización humanitaria y al pie de los problemas cotidianos de la gene. Quince mujeres y hombres de entre 36 y 75 años de diferenes profesiones que llevan la labor de la Roja a los pueblos más recónditos de León. Por poner un ejemplo, la comarcal de Villafraca del Bierzo llega a personas a más de 90 kilómetros de su cabecera. 

«La suerte que tenemos de contar con 15 asambleas comarcales es que cubrimos toda la provincia. No nos queda ningún pueblo sin atender», aseguró el nuevo presidente provincial, Daniel Hernández en una jornada que calificó de «muy importante» en lo personal y en lo profesional. Es el primer presidente provincial de León que sale de la base, tras 24 años como voluntario de la entidad, con especial dedicación en el servicio de Socorros y Emergencias. Desde este miércoles cuenta con el equipo de presidentes comarcales, nueve que repiten y seis renovados al culminar los tres mandatos de máximo. Voluntarios y voluntarias donan un tiempo de su jubilación o lo sacan de su vida laboral y familiar para darlo a sus convecinos.

Daniel Hernández conversa con militares tras la toma de posesión en Cruz Roja. FERNANDO OTERO

Daniel Hernández conversa con militares tras la toma de posesión en Cruz Roja. FERNANDO OTERO

«Somos el pilar y el alma de la institución», subrayó Hernández al destacar la entrega de los últimos años con una pandemia de por medio, las crisis humanitarias de las guerras de Siria y Ucrania, el incendio de La Palma o los más cercanos de Zamora y León.

Fuera de los grandes titulares la Roja de la solidaridad hace y mucho. «Lo que más hacemos es acompañar a las personas mayores porque la soledad es muy intensa y hay mucha zona despoblada», asegura la presidenta comarcal de Valencia de Don Juan, Belarmina Santamarta, que desde Pobladura de Pelayo García está al frente de esta extensa comarcal del sur de León.

En Astorga las cosas no son muy diferentes. «Las personas mayores y las más vulnerables, como el colectivo de gitano y el poblado de trasmontanos que tenemos en la estación son nuestra mayor dedicación», apunta Almudena Sobrino. 

Ambas tienen experiencia en Cruz Roja —seis años y medio y cuatro años, respectivamente— y además tienen en común trabajar en zonas despobladas. Rosario Nistal Ascaso, al frente de la comarcal de Hospital de Órbigo, se estrena en el puesto por aclamación de la asamblea. La gente mayor y la ayuda de alimentos son los principales frentes de actuación en la zona. «Quería implicarme en algo en mis horas libres y aquí estoy desde que me quedé viuda», señala esta mujer de 70 años. Guadalupe Graham-Díez Viñayo toma el relevo en La Magdalena. Tiene 67 años y es voluntaria de Cruz Roja desde 2006. Colabora en las clases de español para extranjeros, en preventivos, labores de socorro, programas de mayores y éxito escolar, además de la ayuda a refugiados en León. En su zona, para variar, la principal necesidad es «hacer compañía y hablar con las personas que viven solas». 

Público asistente a la toma de posesión de los presidentes comarcales de Cruz Roja. FERNANDO OTERO

Público asistente a la toma de posesión de los presidentes comarcales de Cruz Roja. FERNANDO OTERO

Carmen Alonso de Lera, de Boñar, lleva cuatro años combatiendo la soledad en esta comarca montañesa a la que la despoblación «nos está dejando como un solar». Durante este tiempo se ha hecho cargo de atender, a cualquier hora del día y la noche, a las personas que comunicaban caídas desde el servicio de teleasistencia. Con la pérdida de la cuota de usuarios públicos debido al nuevo contrato adjudicado por la Junta de Castilla y León «nos han hecho polvo y sobre todo a la gente, a los que visitábamos una vez al mes o íbamos cuando hacía falta y ahora les visitarán una vez al año», lamenta.

En Sahagún ha tomado el relevo Carmen Cañizo y sabe que paliar la soledad, dinamizar con talleres de memoria y las clases de castellano son algunas de las misiones prioritarias. En Villablino, otra cara nueva, Isabel López, trabajadora del SAD y temporal en Leitariegos, quiere «dar más a conocer el trabajo de Cruz Roja en la comarca». Destaca la labor en socorros y emergencias, traslados a consultas médicas de personas que carecen de movilidad o transporte y la labor de teleasistencia y medio ambiente.

Santiago Crespo Anta representa en Cistierna otra cara del voluntariado. Los pequeños empresarios. Su objetivo es conseguir más voluntarios para la Roja y «ayudar más a las personas mayores que están muy solas».

Carlos Figueroa Solana, voluntario desde 1977 en Cruz Roja de Villafranca del Bierzo, ve necesario reforzar la labor social en los pueblos. «Quedan pocos habitantes, hay que acercarles a una consulta, acompañarles, subirles un medicamento y a veces hacer la compra». Y eso hasta en pueblos a 90 kilómetros de distancia de la cabecera. Julio César Fernández, presidente comarcal de Ponferrada, tiene 42 años y es técnico de mantenimiento en ascensores. Se estrena en una asamblea que atiende a población urbana y rural. «Ponferrada tiene muchos pueblos y queremos ayudar a que la gente que quiera vivir en el pueblo pueda hacerlo», señala. Los programas de búsqueda de empleo y atención a personas vulnerables son otras de las prioridades del nuevo presidente. En Bembibre, José Luis Rodríguez, jubilado de 66 años, destaca la labor con una población cada vez más envejecida y también con niños. «Hacemos muchos traslados al hospital de gente mayor. Hay mucha necesidad», subraya. Jessica Rodríguez, de 36 años, lleva ya cuatro al frente de Cruz Roja en Fabero. «Tenemos mucha demanda de alimentos. No se ha notado el descenso después de la pandemia», apunta. La ayuda a las familias ucranianas refugiadas, con traslados y traductores, y los tres grupos de mayores de Fabero, El Valle y El Espino son otros de sus frentes.

En La Robla, con el recuerdo al presidente fallecido en accidente en plena misión humanitaria, Justo Ferreras, tomó posesión David Arias, jubilado de 70 años. «La comida y la ayuda para el alquiler son muy demandadas porque han cerrado otra empresa y la gente ha quedado en el paro sin nada», señala.   

Este miércoles culminó el relevo en Cruz Roja que arrancó en marzo con el nombramiento de la nueva presidenta nacional de Cruz Roja Española, María del Mar Pageo, y prosiguió con la presidencia autonómica que pasó del leonés José Varela a la vallisoletana Rosa Urbón en Castilla y León. El nuevo presidente provincial, Daniel Hernández , agradeció el trabajo desarrollado por sus predecesores Victoria Seco, José Ignacio de Luis Páez y José Varela, así como a las autoridades civiles, militares y las entidades del tercer sector que colaboran con Cruz Roja.

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